Los padres de la joven cuentan la historia de su hija para prevenir que accidentes similares sigan sucediendo. (INTERNET)
Kailee Mills, de 16 años, falleció en un accidente de tránsito tras quitarse el cinturón de seguridad para poder tomarse una fotografía.
Ahora sus padres, Wendy y David están creando una fundación que tiene como objetivo crear consciencia de la importancia de estos mecanismos de seguridad de los autos.
La joven se dirigía a una fiesta de Halloween en Springs, Texas, en octubre de 2017, cuando sucedió el accidente, según reporta la cadena Fox26.
Ella se encontraba en el asiento trasero y según la ABC13, la oficina del sheriff concluyó que el conductor estaba manejando a exceso de velocidad. La persona tras el volante perdió el control del vehículo, que se volcó, lanzando despedida a Kailee. El resto de los pasajeros, que además tenían los cinturones de seguridad abrochados, sobrevivieron al accidente.
"Calculamos el tiempo que lleva abrocharse el cinturón de seguridad para alcanzarlo y hacer clic y es en promedio tres segundos", dijo David al Houston Chronicle. "Cuando se trata de usar el cinturón de seguridad, es algo de lo que se debe ser egoísta".