Porcentaje. El 72 por ciento de las llamadas que se hicieron al 911 la segunda quincena de abril, fueron falsas o de broma.
Un 72 por ciento de las llamadas que se hicieron al servicio de emergencia 911 durante la segunda quincena de abril, resultaron falsas o de broma, un porcentaje que se mantiene pese a los exhortos de que se haga un uso responsable de esta línea de comunicación.
Encargados del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4) de esta ciudad expusieron que por lo general, marcan y cuelgan en cuando les responden los operadores; en otros casos preguntan por los números telefónicos de establecimientos comerciales, la ubicación de restaurantes o bien, profieren burlas y hasta insultos.
En el peor de los casos, se trata de pedidos de auxilio que resultan ser falsos, lo cual genera la movilización de elementos policiacos, quienes en cambio podrían estar atendiendo otros hechos que verdaderamente ameriten su intervención.
El C4 indicó que la mayoría de las llamadas falsas las llevan a cabo menores de edad, y aunque en temporada vacacional suele presentarse un incremento, la primera quincena del pasado mes fue cuando hubo el mayor repunte con 1,400 llamadas más de las 16 mil que se reciben en promedio, justo cuando se reanudaron las actividades escolares después del periodo vacacional de Semana Santa.
CAMPAÑA PERMANENTE
Personal del C4 lleva a cabo una campaña permanente encaminada a inhibir el mal uso del 911 y fomentar la consciencia entre los escolares.
Durante ese periodo se visitaron siete planteles educativos, donde se impartieron pláticas y se informó sobre todas las implicaciones negativas que tienen las llamadas de broma para las corporaciones policiacas y los cuerpos de rescate de la ciudad.
Sin embargo, no se ha retomado el despliegue que meses anteriores se llevó a cabo con la intervención de corporaciones como la Policía Estatal y Municipal, así como la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
Entonces, hasta se colocaron carteles encaminados a la conscientización sobre la importancia de no bromear con los servicios de emergencia.
