Democracia comunitaria, una lección para México
El 15 de julio de 2018, dos semanas después de las elecciones federales, Ayutla de los Libres se convertirá en otro municipio de México que elige a su presidente municipal por un sistema normativo propio, por usos y costumbres, de amplia participación social, diametralmente opuesto al de partidos políticos. Más aún, sin ellos.
Avalado por la autoridad legalmente establecida del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) del estado de Guerrero, han debido pasar cinco años de batalla jurídica, que empezó en 2014, para obtener ese derecho. El proceso fue acompañado por el abogado Manuel Vázquez Quintero.
Iniciaron en junio de 2014 -describe la antropóloga Margarita Warnholtz-, cuando diversas autoridades comunitarias presentaron al IEPC una solicitud para elegir por el mencionado sistema a su alcalde en 2015. Al no recibir respuesta, volvieron a presentar la petición en mayo de ese año, pero por la cercanía de las elecciones -que se realizarían el 7 de julio- la solicitud les fue negada. Sin embargo, acudieron a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y lograron que se iniciara el proceso para realizar una consulta en la que los ciudadanos decidirían si estaban de acuerdo con utilizar ese sistema electoral. La consulta se llevó a cabo en octubre del 2015 y la mayoría votó a favor.
El procedimiento fue impugnado por el PRI, el PRD y el PVEM. Las impugnaciones siguieron el curso legal pero el 4 de febrero de 2016 el Tribunal Electoral de Guerrero desechó los recursos de apelación. Los partidos volvieron a impugnar, pero finalmente en octubre de 2016 el TEPJF confirmó la validación del proceso de consulta, con lo que quedó establecido legalmente que en 2018, es decir este año, se realizarían las elecciones para presidente municipal por el sistema normativo propio.
En junio de 2017 se llevó a cabo otra consulta, esta vez para definir el modelo de la elección por usos y costumbres. En un intento más por mantener el control, los partidos políticos y los caciques locales intentaron que se estableciera un sistema de registro de planillas, el cual no correspondía a las costumbres tradicionales de los indígenas Na Savi y Me phaa. La otra opción era la elección a través de asambleas comunitarias y de una asamblea municipal, y fue esta última por la que se decidió la mayoría.
A partir de entonces, los promotores de las elecciones por usos y costumbres, acompañados a veces por personal del IEPC, han realizado asambleas informativas en todas las localidades para explicar el sistema y para fortalecer la participación integral colectiva en las elecciones. El proceso involucra a comunidades, delegaciones y colonias.
El camino ha sido difícil. Los participantes han recibido amenazas. Se sabe que hay intereses en contra de estas elecciones tanto del crimen organizado como de los partidos políticos y de las actuales autoridades municipales. En una asamblea se denunció que la alcaldesa, Hortensia Aldaco Quintana, estuvo presionando a los comisarios para que dejen sus cargos y poder sustituirlos por gente cercana a ella a fin de manipular el proceso.
La elección de presidente municipal se realizará el 15 de julio para no interferir en los comicios federales. Será ahí, en asamblea municipal, por usos y costumbres, donde se elijan a las autoridades que por primera vez sustituirán en ese municipio de Guerrero, por democracia comunitaria, a la figura de un alcalde. Finalizará entonces el proceso iniciado en 2014, si es que no logran manipularlo o de plano sabotearlo sus enemigos. Todavía existe el riesgo de que se impida su culminación a través de la violencia.
En tanto, ahora hay por lo menos diez municipios más del estado de Guerrero que quieren iniciar el procedimiento legal para poder llevar a cabo las elecciones municipales por usos y costumbres en 2021.
Y es que el caso de Ayutla de los Libres es, sin duda, un precedente muy importante tanto a nivel del estado de Guerrero como nacional por la forma como se lleva a cabo, y por lo tanto es un ejemplo a seguir no únicamente por los municipios indígenas del país.
Los pueblos y comunidades echan mano de los pequeños resquicios que la legislación les deja, para la defensa de su autonomía, vida y territorio, para el fortalecimiento de sus propios gobiernos.
Poco a poco y desde el abajo social, se rompe la hegemonía del sistema de partidos políticos en México.
@kardenche
