Gennady Golovkin pesó ayer 160 libras, mientras que su rival paró la báscula en 159.6. (AP)
Gennady Golovkin dedicó varios meses de planificación y entrenamientos para este fin de semana. Su intención era estar en la luminosa Las Vegas para demostrar su supremacía en el peso mediano en una lucrativa revancha contra Saúl "Canelo" Álvarez.
Golovkin estará en el sur de California, donde se radicó, para cobrar apenas una fracción de esa potencial bolsa al enfrentar a un aguerrido retador sin nada que perder. Le tocará subirse a un entarimado al aire libre.
No era lo que Golovkin (37-0-1, 33 nocauts) tenía en mente.
El campeón mediano sigue determinado en capitalizar la fecha lo máximo posible al enfrentar hoy por la noche a Vanes Martirosyan (36-3-1, 21 nocauts). Con una victoria en una pelea que no tenía que aceptar, el kazajo empatará el récord de Bernard Hopkins con 20 defensas consecutivas en el peso mediano.
"Quería estar en actividad y no quería perder la fecha de esta pelear en particular", explicó Golovkin. "No fue mi culpa que mi primer rival no pudo pelear. No quería perder el tiempo. Quiero disputar la mayor cantidad de peleas que sean posibles. No me pongo a pensar en el negocio".
El primer fin de semana en mayo se reserva para grandes veladas boxísticas, y era lo que Golovkin había ambicionado con Álvarez. Su primera refriega en septiembre pasado acabó con un empate, y muchos consideraron que Golovkin hizo méritos suficientes para ganarla.
La revancha era inevitable y pudo haber sido la gran cita del año - hasta que el Canelo arrojó positivo en un control antidopaje en febrero.
Cuando la Comisión Atlética de Nevada anunció el mes pasado que Álvarez tendría que cumplir una suspensión de seis meses, quedó claro que Golovkin iba a tener que esperar por la segunda parte.
Pero Golovkin no quería quedarse de brazos cruzados, menos a sus 36 años y con sólo una pelea en los últimos 14 meses.
Y fue así que los representantes de Golovkin se apuraron a buscar un reemplazante para pelear en el StubHub Center.
Después de una tortuosa búsqueda de un contrincante aceptable, Golovkin se inclinó por la "Pesadilla" Martirosyan, exintegrante del equipo olímpico de Estados Unidos.
Tanto Golovkin como Martirosyan compitieron en los Juegos Olímpicos de Atenas en divisiones distintas, pero Martirosyan no pelea desde mayo de 2016.
Álvarez terminará de cumplir su suspensión a tiempo para una revancha en septiembre. Aunque Golovkin ha criticado con dureza al mexicano, las dos estrellas del boxeo saben que la suya es la pelea que todo el mundo quiere ver.