Testimonios provistos por bomberos y oficiales de policía informaron que a mediados del año 2009, el Departamento de Policía Municipal de Allende estaba “involucrado en el crimen organizado.”
Tras publicarse el segundo informe de delitos de lesa humanidad cometidos en Coahuila, la fundación Open Society Justicie Initiative, se dio a conocer que durante los hechos ocurridos en Allende, la Policía Municipal recibía desde 500 pesos hasta 20 mil pesos mensuales para cooperar con el grupo delincuencial o 'hacerse de la vista gorda y callar'.
El informe titulado “Corrupción que Mata”, reveló que información confiable sugiere que esta colusión fue posible, en parte, porque la policía y los funcionarios públicos tenían una relación de mucho tiempo con los integrantes del grupo, por medio de la cual permitieron las operaciones del mismo y, en muchos casos, colaboraron en ellas a cambio de beneficios personales.
