La Laguna ha sido un semillero de grandes luchadores, los mejores surgieron en las décadas de los años cincuenta, cuando aparecieron gladiadores como Cesáreo Manríquez González, "El Médico Asesino'', gigantesco galeno que hizo historia hasta que el cáncer lo acabó. También recordamos a "Polo" Torres, el famoso "Oso Lagunero", quien conquistó el Campeonato Nacional Completo y se enfrentó a los mejores de aquella época; y que decir del esteta Joel Marín, el maestro del pancracio lagunero, quien se enfrentó a los mejores de su época: Santo, Blue Demon, Rito Romero y Enrique Llanes.
Debemos recordar también a Manuel Cháirez, el famoso "Verdugo", y a Rodolfo Galindo, quien le dio vida a uno de los mejores rudos que ha dado La Laguna, "El Cavernario Galindo'', que no sólo fue un ícono de los rudos en la lucha libre mexicana, también participó en películas del cine nacional.
En la década de los años cincuenta y sesenta, el cubano Giraldo Hierro Riera, formó varios luchadores laguneros en aquel Palacio de los Deportes que terminó en cenizas, según cuentan fue un incendio intencional para evitar que el entrenador cubano siguiera haciendo luchadores y compitiera con la Empresa Mexicana de Lucha Libre, propiedad de la familia de Salvador Lutteroth, considerado el padre de la empresa de la lucha libre en México.
En los sesentas surgieron Juan Chavarría, "Gran Markus'', nativo de Rancho de Afuera, pero siempre se creyó y así lo hizo creer el mismo, que provenía del Estado de Texas. "Markus'' perdió su máscara con Aníbal en Monterrey. Manuel González, quien bajo la máscara blanca encarnó a otro grande, a el "Dr. Wagner'', aunque nacido en Zacatecas, vivió muchos años en Torreón y se consideraba lagunero, perdió su máscara contra "El Solitario'' el dos de diciembre de 1985 en la ciudad de Monterrey. Los dos ya desaparecidos.
En las programaciones de la Plaza de Toros Torreón figuraban "Joe'' Marín, "Polo'' Torres y "Cosaco Loco'', aquel estrafalario luchador descalzo con barba y cabellera abultada, "Joe'' Medina, "La Bicha'' Martínez, "Gran Gory'', "Gran Davis'', quien después fue referí de la AAA, Tony Fusary, "Chacal'', "Pokarito'' Ramírez, "El Hielero'' Aguilar, los hermanos Ricardo y Jesús Chávez, "Halcón Suriano'', "Los Hermanos Espanto'', estos destacaron a nivel nacional como una de las mejores tercias de la lucha libre mexicana.
Eusebio Vázquez, "Espanto I'', murió asesinado por un cantinero en Monterrey, perdió su máscara contra "El Santo'' en la Arena Coliseo de la Ciudad de México en una de las luchas más sangrientas y memorables; Fernando "Toro'' Cisneros, "El Espanto II'', perdió la máscara con Rubén Juárez; y Miguel Vázquez, "Espanto III'', perdió su máscara con "El Huracán'' Ramírez, los tres ya fallecidos. Los Hermanos Espanto destacaron en los años sesenta y setenta como la tripleta más temida.
También en los ochenta destacaron "El Rebelde'', "Mano Negra'', "Ángel Azteca" y "El Stuka". En los años recientes sobresalen notablemente Genaro Vázquez Nevares, "Blue Panther'', y Juan Manuel González Barrón, "Dr. Wagner Junior''. Vázquez Nevares, llamado también "El Maestro Lagunero'', perdió su máscara ante "Villano V'' en la función del 75 Aniversario del Consejo Mundial de Lucha Libre, celebrada el viernes 19 de septiembre del 2008. El "Dr. Wagner Jr." perdió su máscara ante Psycho Clown el 27 de agosto de 2017 en la función del 25 Aniversario de la Lucha Triple A.
Los luchadores laguneros lograron conquistar los escenarios más importantes de nuestro país, como la Arena Coliseo de calle Perú 77 en la colonia de la Lagunilla, la Arena México, en donde se consagraban los gladiadores que venían de provincia. En los últimos años destacaron también "El Ultimo Guerrero'' y "La Sombra'', luchadores surgidos de las arenas locales.
La Plaza de Toros de Torreón fue el mejor escenario de estos espectáculos en las décadas de los años cincuenta, sesenta, setenta y ochenta, bajo la promoción de "Polo'' Torres y Gonzalo "El Zapatero'' Gómez, en los ochenta José "El Flaco'' Félix fue el promotor con grandes carteles. En este escenario se presentaron los mejores luchadores como "El Santo'', "Blue Demon'', "Rayo de Jalisco'', Karloff Lagarde, René "El Copetes'' Guajardo, Ray Mendoza y Sugi Sito, entre otros.
La Arena Olímpico Laguna, manejada por los hermanos Javier y Emilio Dipp, hicieron de este tradicional escenario la "Catedral de la Lucha Libre en La Laguna''. Sus mejores años fue de los sesenta a los noventa.
El Auditorio Municipal de Torreón se convirtió en el novedoso escenario de la lucha libre en los años ochenta bajo la promoción del lagunero Carlos Padilla Muñoz en sociedad con el empresario Carlos Elizondo Escobedo, presentando los mejores carteles que jamás se hayan confeccionado en La Laguna, al grado que se convirtió en una de las tres de las mejores arenas del país, compitiendo y alcanzando la popularidad de la Arena Coliseo, Arena México y la Plaza Monumental de Monterrey.
Durante los ochenta desfilaron en el Auditorio Municipal luchadores como "El Hijo del Santo'', "Tinieblas'', "Mil Máscaras", "El Perro'' Aguayo, "Villano III'', "Fishman", Aníbal, "El Triángulo de la Muerte'', integrado por "Lahoz'', "Shandokan" y "Rambo'', "Blue Demon Jr.", Dr. Wagner, Ángel Blanco, Gran Markus, la Ola Blanca y Dos Caras. Este escenario se convirtió por su comodidad en el favorito de los aficionados, pero era tanta la afición de los laguneros por este espectáculo, que los domingos había funciones en el Auditorio Municipal, Plaza de Toros Torreón, Palacio de los Deportes y Arena Olímpico Laguna, y como decía un viejo promotor "para todos había gente".
Hoy las carteleras y los escenarios grandes se mantienen estáticos, en cambio funcionan varias arenas chicas donde los luchadores locales se mantienen en activo. Los tiempos cambian, el espectáculo ha venido a menos, la empresa Triple A cometió un error al televisar las funciones completas, la gente ya no va a las arenas, mejor ven las funciones en la comodidad de su casa y gratis.
La lucha libre ha sido considerado como una terapia o catarsis para los aficionados, ha dejado de ser uno de los espectáculos más favorecidos por los laguneros y sólo recuerdos de aquella grandeza del pasado se puede ver en algunas funciones especiales, sin embargo, el grito de "Lucharán a dos de tres caídas sin límite de tiempo'' no ha desparecido en La Laguna, aún sigue vivo.
¡Hasta el próximo miércoles!
