Cuando uno mira atrás por un mero aburrimiento, suele ver lo inesperado, ¿o quizás la historia de una pesadilla?, porque el presente, lo es. Vivimos en una especie de somnolencia irónica que tiene cierto derecho a la insolencia, como el caso de la FMF con el ascenso a primera y la barrera para Alebrijes y Cafetaleros, porque quien salga vencedor, no tendrá cabida a falta de las instalaciones "adecuadas", con un mínimo de cupo para 20 mil espectadores, aunque con derecho a llevarse doce millones de pesos e igual cantidad pagaría Lobos BUAP para conservar la categoría.
En este tiempo, los ojos de la gente común se alternan constantemente entre el pasado y el futuro pues en Europa hay países como Holanda, Bélgica, España y Francia, incluso, donde hay pequeños clubes que consiguen ascender y tienen estadios pequeños, como en su momento nosotros mismos nos vimos todos en San Isidro y luego el viejo Corona, que tenían aforo menor.
Cuando el poder succiona, como tiburón a los pobres peces, nos damos cuenta que en el futbol a veces se vitorea más a los villanos que a los héroes, todos recorren el mismo camino y en el proceso creativo solo anteponen vida y trabajo pero los resultados son para el que tiene los recursos, esos que todo cambian, como ciegos con poderes musicales en teoría de compensación.
Si la FMF entra así a los senderos del ridículo y está sufriendo ya las tormentas presagiadas, se debe a su falta de tacto y al jaloneo de los grandes, que imponen la ley de sus intereses, por encima de quien fuere, porque el pueblo es solamente una tribu y ellos se crean personajes a la medida. Está visto que la gente que ostenta muchos poderes es temperamental y caprichosa.
En cambio, los fans locales tienen hoy dos metas en común. Una, es el saber que si no hay estímulos en Santos Laguna por su pésima forma de cerrar el torneo, habrá que inventarlos. La otra es erradicar el miedo, esa máquina destructora de almas, por más que el realismo acumule ruinas personales y colectivas. Debemos ubicar un nuevo estilo, como expresión de inteligencia.
El técnico Siboldi no tiene culpa de que Furch falle, solo ante el arco y sin portero delante. No es culpable de la reincidencia de Osvaldo haciéndose expulsar pero debe comenzar a levantar la ilusión reconociendo al bajón productivo después de la fecha FIFA y tener a la mano las soluciones del caso, porque precisa más gritos de Djaniny tipo Tarzán y de la máquina trabajando con pasión.
Tigres tiene la solvencia de un gran plantel y vuela con Aquino y Damm que recorren toda la banda mientras el resto trabaja con alternativas de ritmo, aunque su poder está en el talento de su gente de adelante, que tal vez choque varias veces o falle en sus intentos pero posee a varios que son solistas del juego, como el cantante estelar de los "Platters" con "Only you".
