El Señor hizo al camaleón.
El camaleón, ya se sabe, es sumamente camaleónico.
Cambia de color con la misma facilidad con que otros cambian de chaqueta.
Si está en la tierra gris su piel se pone gris.
Si se sube a una piedra azul se vuelve azul.
Si se halla entre la hierba verde se hace verde.
¡Qué gran colorista es el camaleón! El día que se le ocurra posarse sobre el arco iris parecerá bandera de la diversidad sexual.
El Espíritu observó al camaleón, y tras de ver sus muchos cambios comentó:
-Si éste fuera hombre sería actor. Eso en el mejor de los casos. En el peor sería político.
¡Hasta mañana!...