Deficiencias. Los fraccionamientos no entregados presentan deficiencias que el Municipio no puede corregir. (EL SIGLO DE TORREÓN)
El incumplimiento de las empresas constructoras en la entrega de fraccionamientos, ocasiona que quienes los habitan no tengan acceso a servicios públicos y esto se vea reflejado en el deterioro de su calidad de vida.
Por este motivo, el Municipio se está dando a la tarea de acercar a los constructores para que inicien un proceso de regularización.
El director de Obras Públicas, Fernando Uribe Novella indicó que de manera constante, se reciben solicitudes de ciudadanos para que se les brinde conservación y mantenimiento a las áreas verdes y espacios públicos.
También para que se atiendan fallas en algunos de los servicios, pero el Municipio no se puede hacer cargo si estas unidades habitacionales no le han sido entregadas.
Explicó que aplicar recursos públicos a un espacio requiere de que se cuente con certeza jurídica por parte del Municipio pero, aunque las constructoras al inicio de sus trabajos se comprometen a entregar al cien por ciento las plazas, las áreas verdes arborizadas, las calles pavimentadas y las banquetas terminadas, además del alumbrado y agua potable, suele ocurrir que dejen pendientes los trámites de entrega de los fraccionamientos.
Señaló que hay muchas constructoras pendientes de realizar la entrega de los desarrollos habitacionales que edificaron.
El problema es que algunas de éstas ya no existen, se han ido de la ciudad o se cambiaron la razón social, por lo que se han dado a la tarea de acercar a todos los dueños de esas empresas para que empiecen a regularizar esos fraccionamientos, pues mientras tanto el municipio no se puede hacer cargo de todos esos servicios.
Uribe Novella planteó que por lo que respecta a los nuevos desarrollos habitacionales, autorizados para su construcción durante la actual administración, sí se está cuidando de que se cumplan los requisitos de entrega en tiempo y forma.
Añadió que a muchos de los fraccionadores se les ha pedido que fijen sus metas a la baja; es decir, que si antes planeaban fraccionamientos por 200, 300 y hasta 500 viviendas, ahora se les pide que reduzcan sus metas a números menores, con 20, 30 ó 50 viviendas para que la comercialización sea más ágil y se vaya entregando por sectores, de modo que se cumpla con el trámite de entrega de forma mucho más rápida.
