Antonio García 'El Chihuahua' durante su faena de ayer en la plaza de toros de Lerdo. (Foto de Jesús Galindo)
El matador Antonio García "El Chihuahua" cortó dos orejas y fue el triunfador del festival El toreo se viste de azul, celebrado ayer ante media entrada en la plaza de toros Alberto Balderas de Lerdo, de donde el diestro salió a hombros.
De la ganadería Valle de la Gracia, fundada en 1968, divisa naranja y blanco, abreplaza "Cariñoso", herrado con el número 15, negro zaino, cornicorto, intempestivo sale de la puerta de toriles, interrumpiendo el discurso de bienvenida que otorgaba Fernando Vázquez Camacho, en el que agradecía el apoyo a la causa de la Fundación Sonrisa Azul. Lo recibe Antonio García "El Chihuahua", vestido de charro, ejecuta faroles de rodillas y se incorpora exhibiendo dominio con el capote, vistosos pases que generan los primeros aplausos del respetable.
Luego de una breve labor del picador, el propio matador coloca tres excepcionales pares de banderillas, los primeros dos al sesgo, el restante al violín, ganándose sonora ovación por parte del respetable. Bajo las estrofas del "Corrido de Chihuahua", el matador toma la muleta para tejer una faena en la que se encontró íntimamente con el astado, los pies bien plantados en la arena, con el animal a escasos centímetros, derechazos redondos y naturales con el ayudado, ante un toro que siempre embistió con nobleza. Estocada un poco tendida no tardó en hacer caer al astado, recibiendo el matador una oreja en recompensa, pero la petición popular hizo al juez José Luis Orozco entregar el segundo apéndice.
Siguió "Alegre", con el número 14, negro, bragado, brocho, para el colombiano Arturo Saldívar, quien mide las fuerzas de su enemigo haciéndolo pasar por el capote, arrancándole un par de medias Verónicas. La cuadrilla coloca un solo puyazo y apenas clavan 3 banderillas. El matador brinda a los aficionados presentes y comienza la faena con muleta, mostrando el temple para hacer que el toro ingrese a los terrenos que el torero quiere llevarle.
Acusa el astado falta de fuerza, aún así, logra Saldívar llevarlo a los medios y cambiando de mano, captar la atención del animal para ejecutar pases de pecho y trincherazos. Con poco por hacer, coloca un bajonazo que hace doblar al toro, saludando al tercio. Poca suerte tuvo el colombiano Luis Miguel Castrillón, quien enfrentó a un animal distraído, abreviando la bienvenida con capote y poco ayudado en las suertes de puya y de varas.
Ya con la muleta, citó a distancia al astado y pudo sacarle algo de jugo, tejiendo una faena adornada por naturales con la mano derecha para rematar con desdén, falto de bravura el astado, fue pinchado en par de ocasiones y dobló tras una estocada trasera; palmas discretas. Cerró "Azul", marcado al hierro con el número 97, para verse frente a frente con David González, quien enarboló una faena valiente y voluntariosa, pichó dos veces y colocó una estocada tendida con la que dobló el toro, recibió el taurino una oreja simbólica en reconocimiento a su valor.
