— Benito Mussolini
En 1943 Alemania ya estaba perdiendo la guerra, pero la propaganda nazi hacía creer al pueblo que estaban en una lucha pareja. Buscaba Hitler desesperadamente una hazaña de tal magnitud que le permitiese recuperar la credibilidad popular y alcanzar un renombre mundial. La oportunidad llegó cuando en Italia fue tomado prisionero el dictador fascista Benito Mussolini; íntimo amigo del Führer. Aprisionado fue llevado al cerro del Gran Sasso; lugar inaccesible para cualquier rescate desde tierra y aíre.
Hitler personalmente organiza la "Operación Roble" y el 12 de septiembre de ese año, en una acción indiscutiblemente muy cerebral; bien planeada y mejor ejecutada, se logró el rescate de Mussolini, quien al ver a los nazis dijo: "Sabía que mi amigo no me abandonaría". Los nazi-fascistas trataron de embonarlo nuevamente en poder, pero el pueblo italiano ya se había liberado de él; realmente nunca volvió a gobernar, era un títere de Hitler y meses después fue recapturado y ajusticiado por la resistencia italiana que lo fusiló y colgó.
Cuando escuchamos el mensaje del ejecutivo federal exigiendo respeto para México y para los mexicanos y reclamándole a un colérico Donald Trump que si tenía problemas internos los resolviera allá mismo; ¿Qué respuesta esperaba de ese demencial golpeador? Definitivamente, nos suponíamos una furibunda réplica de Trump contra Peña por haberlo exhibido pública y mundialmente. Ese gobernante hosco y hostil, por menos ha respondido, compulsivamente, con agresiones económicas, diplomáticas y comerciales. Entonces, ¿Qué hace cuando desde un "país de mierda" le gritan?: Ofrece seguir negociando, indefinidamente, el TLC, dice que no está forzando la relación y con ello brinda un rescate de "amigo" para EPN y su lacayo candidato.
Un análisis psicológico realizado por 35 psiquiatras norteamericanos de "Duty to warn", especialistas en desórdenes mentales, analizando las acciones y actitudes de Donald Trump, le diagnosticaron "trastorno narcisista de la personalidad", un mal extremo que no permite que nadie piense distinto a él, absoluta intolerancia a puntos de vista diferentes a los suyos y menos aún recibir críticas; ello le provoca reacciones de ira casi incontrolables. Dicho dictamen fue publicado en el New York Times en febrero de 2017. Las pruebas de tal actitud se muestran por su reacción contra Corea del Norte, China y Rusia, quienes se han atrevido a contradecirlo y las sanciones contra esas naciones han sido espectaculares.
Históricamente México ha sufrido casi dos siglos de rapacidad norteamericana, producto de un gobierno y un pueblo congénitamente bélicos. Todos los tratados bilaterales USA-México han terminado favoreciendo enormemente al norteamericano: Mc Lane-Ocampo en que Juárez les entregó prácticamente todo el país o el Harding-Obregón mejor conocido como Bucareli; el "New Deal" de Roosevelt, menos dañino, sólo obligando a México, un país tradicionalmente pacífico, a entrar a la segunda guerra mundial. El pasmoso silencio complaciente de Trump, además de asombrarnos, debe llenarnos de pavor. ¿Qué se habrá negociado en lo oscurito contra nosotros? ¿Otro tratado iceberg; ahora el Kushner-Videgaray? ¿Uno que busca asegurar la permanencia en el poder del grupo "Atracomucho" y la reelección de Trump?
Analicemos hechos precisos de esta extraña simulación: Obama y Bush ya habían militarizado la frontera con la guardia nacional y nadie protestó, ¿sería porque no había elecciones ni los presidentes tenían tan bajísima aceptación? Recordemos que Donald Trump ya había regurgitado la petición anterior de Peña de que le ayudara diciendo que México no pagaría el muro y, la respuesta fue una burla lastimera. ¿Por qué ahora sí, se presta a una faramalla de esta calaña? ¿Busca impactar la elección en México a favor del candidato oficial "ayudando a su amigo"?
Vamos: Trump es Trump. No cambia y nunca será amigo de los prietitos. Para él lo único válido es su "America First" o, ¿será cierto lo que opinan muchos analistas norteamericanos que Trump vocifera y amenaza, pero no cumple? ("perro que ladra no muerde") y que de eso se valió peña nieto para tratar de embonar a su alcahuete con la presidencia.
Nos habíamos acostumbrado a un presidente débil, sumiso, subyugado y hasta sordo cuando lo agredían; y de pronto cambió el tono y se atrevió a gritarle al bravucón, creía qué, con eso, su mísera aceptación popular iba a crecer; lo cierto es que logró engatusar momentáneamente a medio país y, hasta los candidatos opositores cayeron. Pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo; hoy, con guerrilleros de las redes sociales no se llega muy lejos. Salvo que tal simulación no exista, entonces podríamos inferir que el hostigador gringo considera los ladridos de este lado de la frontera, insignificancias.
Y la simulación y corrupción que han caracterizado a este sexenio, rugen con el dinosaurio trifero; quien busca seguir cometiendo borricadas pinos-dirigidas: admite un candidato independiente al cual el INE había detectado fraude en las firmas de su propuesta y, critica a la PGR por su persecución a otro de los candidatos. Dos independientes: Una para quitar votos al PAN y otro para quitárselos a Morena; quien ya declaró precisamente: va más por destruir que por obtener la presidencia. Así, si llegara el supuesto gran fraude del 1 de julio nombrando al candidato oficial ganador; ya que nadie se asombre y todos acepten.
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