Los jugadores del Liverpool festejan con Firmino. (AP)
Apenas a los dos minutos, el Manchester City comenzó su intento de remontada. Liverpool hizo los ajustes adecuados y Mohamed Salah intervino para evitar más sobresaltos.
Liverpool se instaló en las semifinales de la Liga de Campeones, al recuperarse de un gol permitido en el comienzo del encuentro de vuelta, para superar ayer 2-1 al Manchester City, gracias a goles de Salah y Roberto Firmino en el segundo tiempo.
"Realmente creo que ellos son el mejor equipo del mundo en este momento", afirmó el técnico alemán de Liverpool, Jurgen Klopp. "Pero sabía que podíamos vencerlos. Esto no nos convierte en el mejor equipo, pero así es el fútbol. Es lo hermoso de este deporte, que todo es posible".
El gol madrugador de Gabriel Jesús alimentó la ilusión de una improbable remontada en el Etihad Stadium, luego que Liverpool se impuso 3-0 en la ida en Anfield la semana pasada.
Pero la formación ultraofensiva del City siempre fue vulnerable al contragolpe. Y en uno de estos, Salah se apoderó de un balón suelto regateó al arquero Ederson Moraes y punteó el balón con sutileza para nivelar el marcador a los 56 minutos con su 39no gol de la temporada.
El City quedó así obligado a marcar cuatro goles en menos de media hora para sobrevivir. Y Liverpool tenía a la mano el pase a su primera semifinal de Champions en 10 años. El brasileño Firmino se encargó de sentenciar con un disparo combado para el segundo tanto a los 77.
"Luego del primer tiempo dijimos, 'si conseguimos un gol, ello transformará el ambiente", explicó Klopp.
Liverpool, que ganó 5-1 en el global, busca su sexto título en la máxima competición europea, y su primero desde 2005.
La eliminación del City representó el golpe más reciente en la "Champions" para el técnico español Pep Guardiola, quien conquistó dos veces el certamen con el Barcelona (en 2009 y 2011), pero no ha anclado en la final en cinco temporadas, ni con el Bayern ni con el City.
"Ellos son un equipo muy complicado, con un excelente técnico", valoró Guardiola. "Yo diría que se han merecido llegar a la final". Guardiola miró el encuentro desde el graderío durante la segunda mitad. El árbitro español Antonio Mateu Lahoz lo echó en el entretiempo por protestar una jugada en que se invalidó por un cuestionable fuera de juego un tanto de Leory Sané, quien pareció abastecido por el rival James Milner.
"No he insultado al árbitro", dijo Guardiola. "Sólo le he dicho 'era gol, la pelota venía de Milner'".
