Esto del futbol es un sube y baja constante, una montaña rusa de análisis y conclusiones que parecen definitivas y que de eso no tienen nada. Un día todo se alinea y eres feliz, otro día todo se echa a perder y te conviertes en un ser miserable. Todos vamos en ese carrito que sube y baja constantemente, donde el tiempo no se administra si no se dilapida. La paciencia es una apestada que nadie desea, todo tiene que ser al momento y los adjetivos determinantes tiene que ser aplicados instantáneamente. Ganas tres y vayan bordándole la siguiente estrella a la camiseta, pierdes dos y, lo sabía, todo era un espejismo, the dream is over. Es el reino del blanco y negro donde el gris fue expulsado hace tiempo, matizar es un delito, decretar es lo de hoy.
Y como escapar de este mundo de buenos y malos, sin futbolistas, ni gente normal, sin medias tintas, lo vemos con nuestros políticos, un día una noticia expone al candidato corrupto o al que hace alianzas con delincuentes y parece que "triste su calavera" y nada, al otro día reaparece como un sol, limpio y transparente y aquí no ha pasado nada. Igual sucede en este futbol nuestro, un equipo denostado toda una semana, aplica el mejor antídoto contra la malidicencia, ganar que a nadie le importa cómo y venga una semana de elogios desaforados.
Santos Laguna liga dos derrotas, en la primera perdió el liderato de la Liga y en la otra el pase a la final de la Copa, lo primero tiene remedio, lo segundo ya no. Entonces abócate en lo que tiene remedio, hoy los Guerreros ya sabrán cómo les fue a Diablos y Tigres que juegan al mediodía de este domingo con altas posibilidades de empatar, siete triunfos al hilo sería algo ya fuera de este mundo para Toluca, (por cierto la racha histórica de los Diablos Rojos de seis triunfos seguidos inició venciendo al Santos dos a cero) en cuanto a Tigres es de los que más empatan como visitante con tres, entonces digamos que se da el empate en la bombonera, Santos por la tarde puede vencer al Querétaro en el Corona y de regreso a la punta de la competencia y también obvio, de vuelta a los desmedidos epítetos ahora en favor de los laguneros.
Los Gallos Blancos han ganado siete de sus últimos doce puntos , tienen tres triunfos como visitante. En Torreón tienen una racha de cuatro derrotas seguidas (incluyendo una de Copa) y no ganan en tierras laguneras desde el Apertura 2014 cuando vencieron al Santos de Pedro Caixinha 2-3. Los dirigidos por Luis Fernando Tena de estar todo el año pasado y parte de éste asociados con el descenso, ahora, si logran escapar con los tres puntos del Corona podrán legítimamente aspirar a una probable clasificación.
No estará Osvaldo Martínez por cumplir su castigo por su tonta expulsión en Guadalajara, ¿Cómo jugará Siboldi? Con línea de cuatro mediocampistas metiendo a De Buen ¿con Vazquez, Isijara y adelantando un poco más a Lozano? O de plano con tres delanteros: ¿Furch, Djaniny y Jonathan Rodríguez? Al parecer Gallos Blancos vendrá ambicioso en busca de meterse a la pela por la liguilla, total ya que, están salvados y no habrá descenso al menos en los próximos seis torneos, bien vale la pena jugársela, ojalá así sea y disfrutemos de un entretenido partido.
Pase lo que pase hoy por la tarde en la cancha número uno del país, esperemos la reacción de siempre según indique el marcador y no la razón, nada se gana con pedirle a la afición que no se azote con las derrotas ni se prive con las victorias, sepamos convivir con esta parte implícita en este deporte, sepamos entender la bipolaridad extrema de la que sufre "el juego del hombre", Hoy por ti mañana por mí, y que cada quien lo celebre como si ya no hubiera otro juego u otro torneo, pedirle a la afición que sea juiciosa es extirparle el corazón al juego, ¡que pite el árbitro¡ y que sea lo que la pelota quiera.
