Pumas, incapaz de ganar pese a irse arriba en el marcador

Cada vez que los Pumas tienen la ventaja, la presión se los come. Las garras se hacen de papel y el rugido se convierte en un triste lamento por hilar siete partidos de Liga sin ganar, tras la travesura del Necaxa que los hizo repartir puntos (1-1).

Un gol del canterano Jesús Gallardo, a los seis minutos, les daba esperanza a los felinos y la parcial alegría ante un pletórico estadio Olímpico Universitario, que no festeja un triunfo de Liga desde la quinta jornada, cuando derrotaron a los Tigres. Y cuando pensaron que la fecha FIFA sirvió para quitarse los vicios en su defensa, como en la jornada anterior contra Cruz Azul, que los empató de último minuto, los pupilos de David Patiño miran con frustración que la Liguilla se escapa lentamente, al acechar novenos y con 17 puntos.

Sentimiento y apuro que comparten los dirigidos por Ignacio Ambriz, que marchan pegados a los auriazules, con 16 puntos, y que sufrieron la ausencia por castigo de su medio ofensivo estrella, el chileno Matías Fernández.

Este domingo, el cuadro capitalino se hizo de la posesión, pese a las pocas variantes en su 11 inicial. Érick Torres fue titular, pero de nula efectividad en el ataque, mientras que el español Alejandro Arribas sorprendió al ser considerado tras la brutal luxación en el codo izquierdo que sufrió en el Estadio Azul.

Incluso, el zaguero europeo causó susto entre los suyos por una posible recaída a la media hora, al barrerse en una peligrosa jugada que generó Ventura Alvarado. Pero minutos más tarde, Arribas regresó a la cancha, con notables molestias en el brazo izquierdo.

Para el segundo tiempo, Universidad no libró la adversidad ni las fallas en la zaga, al quedarse con un hombre menos. Luis Quintana fue expulsado a los 48', por una falta sobre Luis Gallegos. El pararrayos en la portería de Alfredo Saldívar se dobló a los 58', con un Martín Barragán que dos minutos antes ingresó de cambio, para emparejar los cartones a 1-1, con un remate de cabeza que dejó electrizado al "Pollo" Saldívar.

Por momentos se vieron fuertes en el ataque, pero la localía se encargó de retomar el mando del balón con más llegadas que vistieron de héroe al portero Marcelo Barovero, quien sacó de su puerta un par de cañonazos de Nicolás Castillo, que por momentos le dieron color a la desangelada repartición de unidades.