A pesar de algunos períodos cortos de sequía, en los últimos 10 años (2008-2018) se ha tenido muy buena disponibilidad de agua en el sistema de presas Lázaro Cárdenas-Francisco Zarco en la cuenca del río Nazas, que esperamos continúe por un largo tiempo.
En el ciclo de riego 2017-2018 que acaba de iniciar se empleará un volumen de agua de 1,050 millones de metros cúbicos (Mm3) para el cultivo de 64,350 hectáreas (Ha) a partir de un volumen almacenado en ambas presas de 3,090 Mm3, por lo que al final se conservarán reservas por 2,040 Mm3. Cabe aclarar que este ciclo está definido por las lluvias que ocurrieron entre agosto a octubre del 2017 más el almacenamiento que se tenía en las presas al final del ciclo de riego anterior, independientemente de las escasas lluvias que han ocurrido entre noviembre del 2017 y marzo del 2018.
Para dimensionar dichos volúmenes cabe compararlos con el consumo anual de agua en los usos domésticos, comerciales, industriales y de servicios públicos en los centros de población de la Comarca Lagunera que es de 185 Mm3.
Cuando hablamos del ciclo de riego agrícola nos referimos a la agricultura en el Distrito de Riego 017 con agua superficial (rodada o de gravedad) proveniente de las presas. En paralelo ocurre el ciclo de riego agrícola con agua subterránea (bombeo) de los acuíferos regionales en el que se utiliza un volumen de agua equivalente, de alrededor de 1,000 Mm3.
Esta situación favorable de disponibilidad de agua debe aprovecharse, sí, pero con un uso más eficiente en la conducción, distribución y aplicación del agua. Se estima que del volumen que se extrae de las presas sólo se aprovecha finalmente el 35% en el desarrollo de los cultivos y el 75% restante se pierde por evaporación e infiltración. La realidad es que el avance en la tecnificación de los sistemas de riego agrícolas es mínimo.
Con la tecnificación del riego agrícola se pueden obtener ahorros de agua entre el 30% al 50% de los volúmenes actualmente utilizados, que equivalen a alrededor de 600 Mm3 a 1,000 Mm3 por año con una parte del agua subterránea que no se extraería del acuífero y otra parte del agua superficial que se podría utilizar para recargar el acuífero y al mismo tiempo restaurar y conservar los valiosos humedales en el río Nazas.
Para lograr la recarga del acuífero y proteger los humedales se requiere mantener los escurrimientos en el río Nazas entre la presa Francisco Zarco y la represa San Fernando en el parque de Raymundo en Lerdo, Dgo., con un caudal relativamente pequeño definido como gasto ecológico.
En este momento se debe trabajar con una visión más amplia en un proyecto de recuperación de la antigua recarga del acuífero, para crear una reserva de agua subterránea en la zona metropolitana con fines de abastecimiento a la población. Esta es la mejor opción para asegurar el abasto urbano de agua a mediano y largo plazo.
