El expresidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, fue arrestado ayer por acusaciones de soborno, malversación de fondos, evasión de impuestos y otros cargos, convirtiéndose en el cuarto exmandatario del país en ser detenido por corrupción.
La orden de arresto fue emitida ayer mismo jueves por el Tribunal del Distrito Central de Seúl para que enfrente al menos 12 cargos por corrupción y de ser encontrado culpable de todos ellos podría ser condenado a cumplir una pena de hasta 45 años de prisión.
Lee, de 76 años de edad, fue conducido desde su domicilio en el sur de la capital surcoreana hacia el Centro de Detención del Este de Seúl, donde fue asignado a una celda solitaria, según la agencia de noticias Yonhap.
El exlíder es señalado como sospechoso de haber recibido más de 11 mil millones de wones (10.2 millones de dólares) en sobornos de la agencia estatal de espionaje y de empresas, así como de malversar 35 mil millones de wones (31 mdd) de una compañía que se dice es de su propiedad.También es sospechoso de evadir impuestos relacionados y de otros cargos que incluyen abuso de poder, abuso de confianza, ocultamiento ilegal de documentos presidenciales y violación de la ley electoral.
