EL INTERROGANTE SOBRE EL INCONSCIENTE
El artículo de la semana pasada trató sobre la consciencia y fue definida como un estado de la mente que emerge como una función cerebral. La consciencia consiste en darnos cuenta de nuestra realidad interna o lo que sucede en nuestras mentes, y de la realidad externa o los eventos que ocurren en nuestro medio ambiente. Nuestras percepciones, sensaciones, pensamientos, y emociones son ejemplos de la consciencia. Entonces, ¿la existencia de este consciente quiere decir que automáticamente existe un inconsciente? ¿Podríamos decir que el inconsciente no existe y es simplemente todo aquello que "no es consciente"? Las respuestas dependen de la fuente de información.
Freud definió el inconsciente como procesos mentales en donde ciertos pensamientos no están disponibles para análisis o introspección, a menos que sean inducidos por alguna técnica analítica, por ejemplo, el psicoanálisis. De acuerdo a Freud, el inconsciente es considerado como un almacén donde se depositan ideas que son separadas o reprimidas del consciente, y que no son socialmente aceptables. Estos conceptos basados en experiencias pasadas pueden incluir memorias, creencias, deseos o emociones, las cuales influyen nuestros juicios, sentimientos y conducta en general. De acuerdo a esta teoría, el inconsciente contiene aquellos instintos relacionados con las necesidades sexuales y agresivas, pero por lo mismo que no son aceptables, se mantienen controlados o reprimidos. De alguna manera, estos instintos se manifiestan a través de los sueños, algún lapsus lingual y ciertas reacciones conductuales.
En la actualidad, el tema del inconsciente es controversial debido a sus límites en objetividad, específicamente la dificultad para medirlo. En el campo de salud mental donde trabajé (sistema judicial), la mayoría de los psicólogos y psiquiatras no utilizaban estos conceptos, de hecho, no estaban aprobados para su práctica de acuerdo a las políticas de la organización. En las cortes judiciales de los Estados Unidos, hablar sobre el inconsciente para ilustrar una conducta criminal normalmente no es aceptado. La influencia de los modelos biológicos para explicar desordenes de personalidad o enfermedades mentales, incluyendo la efectividad de las medicinas antipsicóticas, contribuyeron a la falta de interés por las teorías psicoanalíticas para la explicación de la conducta humana.
En México, de acuerdo a Cynthia Córdova, investigadora de la Universidad Autónoma de Hidalgo (2014), la psicología como ciencia aplicada ha tenido avances en áreas educativas y en el área de adicciones, sin embargo, en el área clínica forense "ha sido bastante tímida" y ha sido etiquetada como irrelevante y limitada en sus conclusiones con respecto a la generación de políticas sociales. Además, también ha sido censurada por su colaboración con sistemas legales. Esto quiere decir que, al igual que en los Estados Unidos, ciertos términos psicoanalíticos son vistos en algunos círculos académicos y sociales como obsoletos y de aplicación limitada.
Con respecto a la pregunta si el inconsciente existe, las fuentes de información consultadas proveyeron apoyo por ambas perspectivas. Para los autores que se basan en el método científico, el inconsciente es simplemente aquello que "no es consciente" y que se manifiesta en la forma de conducta automática, por ejemplo, cuando viajamos a nuestro trabajo en un vehículo de transmisión estándar no estamos conscientes de usar la primera o tercera velocidad, simplemente manejamos sin pensar en el cambio de velocidades o pisar el pedal de los frenos. O el guitarrista experimentado que toca la guitarra sin necesidad de observar el diapasón para tocar ciertas notas. En estos casos, el inconsciente se refiere a una actividad del sistema nervioso, específicamente la combinación de las funciones de la atención y la memoria.
Por otro lado, psicólogos y psicoanalistas, y otros profesionales que trabajan en el área de las ciencias de la conducta quienes practican las teorías freudianas, reconocen al inconsciente como una fuerza que dirige nuestro manera de pensar y de comportarnos. Para ellos, a diferencia de muchos científicos que requieren mediciones y pruebas para confirmar sus teorías, nuestra conducta no siempre es objetiva, lógica o racional. Para estos profesionistas, existe una razón desconocida para explicar ciertas angustias, iras, tristezas o temores irracionales.
La psicología, psiquiatría y la filosofía no son ciencias exactas como la física y las matemáticas, así que tratar de evaluar o juzgar algo que no se puede medir como el inconsciente es casi imposible. En mi opinión, el hecho que la mente inconsciente no exista es irrelevante. Ambas perspectivas, la psicoanalítica y la científica, ofrecen puntos muy valiosos para explicar eso que no podemos ver o medir llamado inconsciente. Gracias por su interés en este artículo.
Por: Mtro. Francisco Pineda
