Es el título del libro escrito por Javier Barba Cortés, integrante del Campeonísimo Chivas de la década de los años sesenta y de una de las generaciones de futbolistas más brillantes del equipo Guadalajara, conformada por Jaime "El Tubo'' Gómez, Arturo "El Curita'' Chaires, Guillermo "El Tigre'' Sepúlveda, José "El Jamaicón'' Villegas, Pancho Flores, Juan "El Bigotón'' Jasso, Agustín Moreno, Isidoro "El Chololo'' Díaz, Salvador "Chava'' Reyes, Sabas Ponce y Francisco Jara, entre otros.
Javier Barba escribió su libro para dar cumplimiento a la promesa hecha a su madre, la señora María Cristina Cortés de Barba (QEPD), quien durante años coleccionó notas y fotografías de periódicos y revistas que daban cuenta de las hazañas de su hijo Javier. El material lo conservó cuidadosamente varias décadas en una caja de cartón para heredarlo a su hijo.
A mediados del año pasado Javier decidió cumplir la promesa y empezó a escribir Memorias de un Campeonísimo, haciendo acopio de la memoria para recordar su carrera de futbolista de manera ordenada, partiendo de la infancia en su natal Juanacatlán, Jalisco, en donde forjó el sueño de ser futbolista profesional cuando escuchaba la transmisión por radio de los partidos del campeonísimo Chivas.
Soñaba con jugar al lado sus ídolos de ese entonces, Jaime "El Tubo'' Gómez, Guillermo "El Tigre'' Sepúlveda, José "El Jamaicón'' Villegas, Pancho Flores, "El Bigotón'' Jasso, "El Chololo'' Díaz, "Chava'' Reyes, "El Mellone'' Gutiérrez, Héctor Hernández, Sabas Ponce y Raúl "La Pina'' Arellano. Sueño que años después alcanzó a base de constancia y esfuerzo desde su llegada a Fuerzas Básicas de Chivas.
Bajo la atenta mirada del entrenador Javier de la Torre realizó su proceso de formación en Chivas y pacientemente esperó el día de su debut, que fue afortunado y anotó dos goles a Pumas en el Estadio Jalisco, dosis que repitió a la siguiente semana ante Necaxa en su visita al Estadio de Ciudad Universitaria. Su presentación fue afortunada y se le consideró como "La Bujía'' que requería el Campeonísimo Chivas para cambiar el estilo de juego y seguir en la conquista de más títulos.
Ganarse un lugar en el Once titular de Chivas no fue fácil, pues la posición de extremo derecho era ocupada por Isidoro "El Chololo'' Díaz, quien había tenido una destacada actuación con la Selección Nacional en el Mundial de Chile 1962. La tarea era difícil, pero no imposible, por lo que se aplicó correctamente y aprovechó sus cualidades naturales para hacer realidad su sueño infantil de jugar al lado de sus grandes ídolos en el Campeonísimo Chivas.
Siete años militó en el Guadalajara, de 1961 a 1968, en los cuales fue Campeón de Liga en las temporadas 1963-1964 y 1964-1965, Campeón de Copa México en 1963 y 1964, Campeón de Campeones en 63-64 y 64-65, Campeón de Concacaf en 1962. Jugó un total de 78 partidos, 59 en Torneo de Liga y 19 en Copa México. Anotó 24 goles, 19 de ellos en Liga y cinco en Copa.
La tres lesiones que sufrió a lo largo de su carrera le impidieron jugar con la Selección Nacional en el Mundial de Inglaterra 1966 y una limitante de un jugador por club no le permitió asistir a los Juegos Olímpicos Tokio 1964, ya que el nominado por Chivas fue el guardameta Ignacio "El Cuate'' Calderón. Tuvo varios llamados al Tricolor, pero no logró consolidarse como seleccionado por las lesiones.
Al definir su estilo de juego consigna: "Las personas que sobresalen en el futbol son los que piensan antes de actuar en milésimas de segundos. Uno crea una jugada o una intención para ponerla en práctica, es una coordinación entre piernas y mente''.
Uno de los momentos cumbres del Campeonísimo Chivas y de Javier Barba fue la gira que se realizó por cinco países de Europa en mayo de 1964, organizada por el promotor Casildo Osés, durante la cual el equipo tapatío sostuvo diez partidos en 28 días con resultados positivos. En España enfrentaron a los equipos Barcelona, Gijón, Sevilla y Mestalla de Valencia; en Bélgica al Estándar Lieja; en Francia al Lilie, Angers y Roben; en Alemania al Werder Bremen y en Checoslovaquia al Slovan.
"Recuerdo que de los diez partidos sostenidos participé en nueve de ellos como titular y en el otro entré de cambio. Aunque no anoté, puse varios pases para gol, entre ellos un servicio a Salvador Reyes para que anotara el tanto del empate a dos contra el Barcelona en la inauguración del Nou Camp''.
• Yo sentía que Chivas era el representativo de una Selección Nacional y estaba muy contento por mi participación, en lo que fue el fogueo internacional para pensar deportivamente en cosas grandes.
"La gira por Europa vino a ser la realización de mis sueños. Mis padres y hermanos se convirtieron en una familia famosa en Juanacatlán y en todo el estado de Jalisco, incluyendo por supuesto la ciudad de Guadalajara. Para mí que siempre me ha gustado ser un apoyador del bienestar familiar, sentía en ese entonces ser un aporte importante para la familia Barba Cortés''.
Javier Barba fue titular entre una constelación de estrellas, en la que cada uno de sus compañeros en Chivas eran de reconocida fama e ídolos del futbol nacional. "Nunca se me hizo difícil estar en ese ambiente, me sentía halagado y orgulloso de ver cómo la gente nos disfrutaba futbolísticamente. En cualquier cancha fuera del Jalisco éramos los consentidos de todos los aficionados, por consecuencia la gente nos quería'', apuntó.
Llegó a La Laguna hace 50 años y se quedó para siempre. Fue uno de los refuerzos que contrató la Ola Verde cuando ascendió a Primera División en 1968, en este equipo concluyó en 1971 su brillante carrera de futbolista. Al retiro inició otra etapa importante de su vida profesional, la de agente vendedor y Promotor de Seguros, en la que ha obtenido múltiples reconocimientos y premios. Casó con una distinguida lagunera, con quien ha formado una familia ejemplar, que es muy apreciada en nuestra sociedad por su don de gentes.
Javier Barba escribió su libro sin lucro comercial y hoy nos entrega Memorias de un Campeonísimo con 163 amenas páginas de un excelente diseño y material fotográfico para leerlas y disfrutarlas, cumpliendo así con la sentencia que dice: "Todo hombre debe tener un hijo, sembrar un árbol y escribir un libro''.
¡Hasta el próximo miércoles!
