Jürgen Damm de Tigres y Edwin Hernández. (Jam Media)
Si Jürgen Damm fuera más exacto en los centros y tuviera gol... Sería un jugador que estaría en Europa. Pero no... Damm es peligroso, punzante, pero ineficaz a la hora buena, generó mucho, pero no ganó nada, y por eso Tigres dejó ir vivo al Guadalajara.
La presentación de Francisco Gabriel de Anda no fue la más halagüeña. Las Chivas, aunque le dieron buen juego al campeón reinante, no llegaron a dominar realmente el juego, a ser los mandones dentro de la cancha, fallaron arriba y sufrieron abajo. Lo peor, la Liguilla se aleja cada vez más. Sólo un milagro las podría meter a las finales... Pero para que los milagros existan, hay que trabajarlos.
El Rebaño ha mejorado. Sí, ya no es el equipo tan endeble, pero tampoco fue el dominador. Tigres fue el que dominó y quien tuvo las mayores aproximaciones de peligro, mas sin André-Pierre Gignac en la cancha por lesión, la contundencia baja en demasía. Enner Valencia tuvo la oportunidad de hacerse sentir, de recuperar la titularidad perdida, pero no.... Su actuación demostró que Ferretti no se equivocó al mantenerlo en la banca.
Por parte del Guadalajara, de nueva cuenta Rodolfo Pizarro fue quien dio la cara. El volante se mostró punzante, con muchas ganas de mostrarle algo a alguien y decir que está más vivo de lo que muchos creen.