Hay aceptación generalizada en que el PNR, antecedente del PRI, fue fundado por el General Plutarco Elías Calles, el día 5 de marzo de 1929. Así es; pero ¿cómo maniobró, qué tipo de estrategia utilizó...
Y cuáles fueron los escenarios que enfrentó para lograr este propósito?
Intentaremos en este Enfoque reconstruir las circunstancias histórico-políticas y socio-geográficas que enmarcaron el nacimiento de este organismo, apoyándonos para tal objetivo en el trabajo del ensayista Héctor Santana Suárez, analista político, autor de "Legitimidad y Democracia en México: Calles y la Fundación del PNR"; "Legitimidad, Consolidación Democrática y Estabilidad Política: La Ciudadanización de los Órganos Electorales del Estado", y "El funcionamiento de los partidos políticos", entre otros, todos de interés.
En colaboraciones subsecuentes, abordaremos igualmente el estudio relativo al surgimiento de los otros partidos que operan en México, estudio que tendrá carácter sociológico, no axiológico, es decir, hablaremos del "ser", no del "deber ser"; sin emitir juicios de valor con respecto al funcionamiento de tales entidades políticas, ni de sus dirigentes, acaso aludiendo a las diferencias que hay entre dichos partidos.
Puede enunciarse que por su origen, el PRI nació desde el poder y para servir al poder, o dicho de otro modo, nació como partido de Estado, pues ciertamente Calles ya no era Presidente, pero seguía moviendo y controlando los hilos de la política nacional, al erigirse en Jefe Máximo de la Revolución, según considera Pablo González Casanova en su libro "La Democracia en México":
1.- El 17 de julio de 1928 es asesinado en el Restaurant La Bombilla de San Ángel en la Ciudad de México, el General Álvaro Obregón, presidente electo para el período 1928-1932, quien es el principal caudillo y dirigente del movimiento revolucionario. En el gobierno de Calles (1924-1928), la situación del país poco a poco se estabiliza, se reactiva la economía, después de siete años de guerra y se ponen en marcha las primeras instituciones del nuevo régimen político y social, desde los caminos y los sistemas de riego, hasta las instituciones bancarias y centros educativos.
2.- El 1º de septiembre de 1928, Calles rinde el cuarto y último informe de su gobierno, con gran expectación entre la población por el mensaje que dirigirá la Nación debido a las difíciles y complicadas circunstancias generadas por el asesinato del presidente electo. En el discurso dirigido al Congreso de la Unión, trasmitido radiofónicamente a los cinco mil hogares que tienen un aparato, el presidente de la República reconoce que el país se encuentra en una crisis muy pronunciada, considerando la necesidad de construir un orden estable y legítimo.
3.- Calles dijo en su discurso: "La misma circunstancia de que quizás por primera vez en su historia se enfrente con una situación en que la nota dominante sea la falta de caudillos…va a permitirnos orientar definitivamente la política del país por rumbos de una verdadera vida institucional, procurando pasar de una vez por todas, de la condición histórica de país de un hombre a Nación de instituciones y leyes".
4.- Las diferentes facciones que participan en el movimiento revolucionario se cohesionan en torno de la Constitución de 1917 y del gobierno surgido de la Revolución; el enemigo común era Díaz y quien los mantenía unidos, pero desaparecido éste, se dividen en muchos grupos y organizaciones. Aunque la normalización política y económica del país redujo la polarización de los revolucionarios, todavía para 1928 se hallan dispersos en los más de mil partidos que hay en el país, los cuales representan los intereses de los dirigentes revolucionarios locales y regionales, de acuerdo con la opinión de González Casanova en su obra citada con antelación.
5.- El asesinato de Obregón generó una seria crisis institucional, pues al ser asesinado el caudillo, desaparece el liderazgo que unificaba a los grupos revolucionarios, eliminando a quien ya había sido electo para gobernar el país los siguientes cuatro años; se considera que el presidente saliente pudo haber conspirado para llevar a cabo el magnicidio, y no el fanático religioso oficialmente señalado como el autor, proyectándose sobre Calles una sombra de descrédito. Particularmente, el grupo de obregonistas no sólo resienten la pérdida de su líder, sino las posiciones políticas y administrativas que ya veían venir en el nuevo gobierno, una vez que el jefe revolucionario tomara posesión de su cargo por segunda ocasión.
6.- El ejército y otros actores políticos formulan petición para que Calles extienda el término de su mandato, a lo que no accede el Presidente, pues de hacerlo, era necesaria una reforma constitucional que autorizara la reelección inmediata, para la que no había tiempo y era poco probable su procedencia: hay incertidumbre respecto de la postura y actitud del Congreso, dominado por obregonistas que consideran a Calles como el principal beneficiario con el asesinato del caudillo. Sin embargo, al renunciar a seguir en el poder y a no volver jamás a él, Calles obtiene para sí cierta autoridad moral, logra asumir el papel de primer revolucionario y convoca a todos los grupos, a que lo secunden en un proyecto que tiene como objetivo la formación de un partido, con un escenario donde él no sería beneficiario directo.
7.- Con astucia y sagacidad, Calles construye espacios de negociación, que favorezcan el pluralismo político, expresado en el reconocimiento de minorías que acepten y cumplan las reglas políticas democráticas con referencia a los "cristeros" y grupos clericales antirrevolucionarios, al expresar en su mensaje: "La libertad efectiva del sufragio que traiga a la representación nacional a grupos representativos de la reacción, hasta de la reacción clerical, no puede ni debe alarmar a los revolucionarios de verdad, ya que si todos tenemos fe -como la tengo yo- en que las ideas nuevas han conmovido a la casi totalidad de las conciencias de los mexicanos (. . .) la presencia de grupos conservadores no sólo no pondría en peligro el nuevo edificio de las ideas, ni las instituciones revolucionarias legítimas, sino que impediría los intentos de destrucción y el debilitamiento mutuo de grupos de origen revolucionario que luchan entre sí". A fin de regular la vida política, se pronuncia por "el establecimiento de reales partidos nacionales orgánicos para la disputa del triunfo en un terreno netamente democrático".
8.- Calles despersonaliza la crisis y la hace estructural, y no un asunto policíaco. Le apuesta a la democracia como método para conservar la legitimidad de la hegemonía revolucionaria y convoca a crear "un partido que unifique a los grupos revolucionarios en una organización que compita por el poder frente a la reacción de la derecha antiliberal y conservadora", constituyendo un grupo de estudio con la misión de realizar un análisis comparativo de organizaciones políticas en otras naciones con miras a la estructura del partido que está por nacer. El 5 de septiembre de 1928 se reúne en Chapultepec con los generales del Ejército para discutir quien sería el Presidente provisional.
9.- Calles rehúsa proponer candidato y les pide a los militares que resistan la tentación de convertirse en facción pues son reducto revolucionario. En seguida busca el apoyo de la Cámara de Diputados y el 7 de septiembre Marte R. Gómez y otros diputados promueven con éxito la sustitución del obregonista Ricardo Topete, tras lo cual Calles recupera el control y respaldo de dicho órgano legislativo. Los obregonistas se pronuncian por el tamaulipeco Emilio Portes Gil, a quien se le designa como Presidente Provisional de la República el 25 de septiembre; Calles "lo acepta" y se dedica de tiempo completo a construir el nuevo Partido una vez que concluya su período de gobierno.
10.- El 22 de noviembre de 1928 en la casa de Luis León, se celebra una reunión privada a la que asisten, según apunta en su Ensayo Santana Suárez, Aarón Sáenz, Manlio Fabio Altamirano, Emilio Portes Gil, Gonzalo N. Santos, José Manuel Puig, Ezequiel Padilla, Manuel Pérez Treviño, Adalberto Tejeda, , Agustín Arroyo, Plutarco Elías Calles y el anfitrión; reunión en la que se integra el Comité Organizador del nuevo partido el que, tras el relevo del titular del Ejecutivo Federal, el 1º de diciembre, convoca a los revolucionarios a participar en la convención constituyente del Partido Nacional Revolucionario; "el nuevo Partido forma parte de un proceso de modernización política consistente en la organización y funcionamiento de partidos políticos de principios definidos y de vida permanente".
11.- El 5 de enero de 1929, se publica la convocatoria para la Convención Constituyente del Partido Nacional Revolucionario a realizarse en la Ciudad de Querétaro del 1 al 5 de marzo de 1929. Se escoge Querétaro como sede para enfatizar el vínculo con la el orden legal, pues en tal ciudad se promulgó la Constitución de 1917. El 20 de enero aparecen los proyectos de Declaración de Principios y de Programa de Acción, "con el propósito de mantener el vínculo con la Revolución para no entregar el poder a los adversarios y evitar la lucha facciosa, ratificándose su interés en alcanzar la justicia social".
12.- El 26 de enero son publicados los Estatutos del Partido que contienen las reglas de operación que garanticen los equilibrios y eviten las fracturas. El 1 de marzo la Convención inicia sus trabajos con suficiente quórum; se registran 874 delegados y el segundo día serán 950 de un total de 1434. El día 3, por la tarde, Pérez Treviño, presidente del Comité Organizador, pues Calles había renunciado previamente a tal cargo, interrumpe la sesión para anunciar la rebelión escobarista en contra de Calles y Portes Gil, urgiendo a acelerar los trabajos para hacer frente a esta situación emergente, la que hace que el nuevo Partido aparezca como una organización que surge en defensa de la legalidad. Los revolucionarios tienen ahora, además de las armas, un partido, una ideología, un programa a realizar, producto de la astucia y sagacidad de Calles. El diputado Gonzalo N. Santos declara a propósito de la rebelión escobarista: "Celebro que el Partido Nacional Revolucionario haya terminado de formarse sobre el cráter de un volcán".
