Es el año 1952. Presidente de la República, Don Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958); Gobernador del Estado de Durango, Don Enrique Torres Sánchez (1950-1956), y Presidente Municipal de Gómez Palacio...
Don Roberto Fernández Vitela (1950-1953).
Yo cursaba el segundo grado de primaria y "él", el primer año de secundaria; de modo que "él" termina los estudios correspondientes a los ciclos de secundaria y preparatoria en 1957, y en tal año yo inicio los estudios de segunda enseñanza que, con los dos de educación media superior, concluyo en 1962, en la considerada por mucho tiempo Máxima Casa de Estudios de la Comarca Lagunera de Durango, que nos dio la oportunidad de formarnos y simultáneamente forjó nuestro carácter: el Instituto "18 de Marzo" de Gómez Palacio, siendo Director del plantel Don Genaro R. Mijares.
Cuando hablo de "él", estoy haciendo referencia a Horacio Torres Castillo. Activo, inquieto, líder natural, dirigente estudiantil. Que haya sucedido esto, es decir, que lo haya conocido a pesar de la distancia entre los grados escolares, fue posible porque en tal época, los alumnos de primaria, los de secundaria y preparatoria del Instituto convivíamos en el mismo espacio: el majestuoso edificio ubicado frente al Parque Morelos, edificio que con sus Murales, es una joya arquitectónica y pictórica de elevada calidad que permite considerarlo como patrimonio cultural no sólo de Gómez Palacio, sino de Durango y de México.
Convivíamos estudiantes de todos los grados y niveles; en dichas circunstancias nos relacionábamos unos y otros, de manera que los menores conocíamos a los de grados avanzados y ellos a nosotros; en tales escenarios socioeducativos de carácter escolar pude conocer a Horacio.
Originario de Gómez Palacio, Horacio ejercía un liderazgo natural en el sector estudiantil, no sólo de la "18", sino de otros centros escolares de la ciudad y de la región; poseía carisma y era de espíritu abierto para el diálogo, el debate, la confrontación de opiniones y puntos de vista de temas diversos de carácter social y, sobre todo, los relativos a cuestiones políticas. De personalidad franca y directa ganó muchos amigos y tuvo aceptación en diferentes círculos sociales. Familiares y amigos, le llamaban coloquialmente Lacho.
Llevó siempre en el alma, en el corazón, en la mente y en la piel a la "18 de Marzo", a la que representó con dignidad y categoría en eventos de muy diversa naturaleza, y tanta vinculación hubo entre el hombre y la institución, que el destino le tenía deparado para su satisfacción personal fallecer precisamente el día dieciocho de marzo, en el año 2017 y, previamente, a su lamentable y sentida partida, alcanzó a ver a su hijo Horacio vistiendo una camiseta con el escudo de la "18" en los dorsales, según nos platica su hermano Jorge.
Se interesó en cuestiones de carácter social organizando, presidiendo y dirigiendo dos asociaciones de tal naturaleza: el "Comité de Acción Cívica y Social de Gómez Palacio" y "Amigos de Siempre, A. C.", ambas con la misión de realizar actividades sociales, recreativas, artísticas y culturales, para obtener fondos y recursos cuya finalidad era llevar beneficios a grupos vulnerables y marginados de colonias populares y comunidades rurales.
Fueron famosos en este sentido los "matinées dominicales" que semanalmente se llevaban a cabo, primero en la Cámara Junior, después en el Club Lagunero y, finalmente, en el Edificio Willy que, además, se convirtieron en verdaderos acontecimientos sociales. Dichos matinées fueron amenizados por la Orquesta de Beto Díaz, traída especialmente para este fin y, desde entonces, el director orquestal zacatecano, hizo de Gómez Palacio su tierra y su afamado conjunto musical adoptó el nombre de "La Orquesta de la Provincia". Horacio fue el alma de estos eventos que tanto prestigio tuvieron.
Horacio incursionó en el emocionante campo de la oratoria, en la época en que esta actividad cultural tuvo un gran desarrollo en la Comarca Lagunera y en el Estado, en la que se involucraba de manera apasionada la sociedad en general, que acudía a las sesiones de oratoria a escuchar y aplaudir a los jóvenes tribunos, destacando Horacio en concursos y torneos por su personalidad y pasión en el buen decir, conceptualización discursiva y mímica adecuada a la expresión lingüística.
Elocuente, emotivo, irónico y contundente en el análisis racional y práctico de los temas que eran el contenido de sus discursos, siempre sobre asuntos de tipo social, exaltando los valores del espíritu: la dignidad, la libertad, el respeto y el decoro; y la axiología del hombre como ser humano: la democracia, la justicia y la paz, pero sobre todos ellos, la verdad como valor supremo, paradigma y síntesis.Discursos elegantes y conceptuosos, manejando en la tribuna argumentos al estilo hegeliano, empleando de manera adecuada y conveniente el método dialéctico del filósofo alemán (tesis, antítesis, síntesis), con citas de los grandes pensadores de la filosofía, la historia y el derecho, lo que le permitió obtener triunfos muy señalados por la categoría del evento, como el Campeonato Estatal de Oratoria en 1956, en el concurso organizado por la Universidad Juárez de Durango, en el que Horacio enfrentó y venció en buena lid a rivales de nivel profesional, mientras él aún era estudiante de bachillerato, representando siempre al Instituto "18 de Marzo", su vida y su ideal; recibiendo Medalla, Trofeo y Diploma por tal triunfo de manos del Gobernador del Estado de Durango, Don Francisco González de la Vega (1956-1962).
Haber obtenido este triunfo, significó para Horacio representar a Durango en el Concurso Nacional de Oratoria organizado por el periódico El Universal en la Ciudad de México en 1957, cuando él ya era estudiante de la Facultad de Derecho de la UNAM.
Maestro del discurso improvisado era Horacio, acudiendo en sus disertaciones a figuras literarias como metáforas, paradojas, alegorías, y anagramas para el mejor manejo de la palabra, citando a los grandes pensadores: Sócrates, Platón y Aristóteles; Cicerón y Demóstenes; Rousseau, Voltaire y Montesquieu; Castelar, Hobbes, Locke y Diderot.
Fue siempre estudiante aplicado y de mucha dedicación, tanto a nivel de preparatoria como profesional, obteniendo la Licenciatura en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, con la tesis "Naturaleza Jurídica de los Contratos de Adhesión" en un brillante examen profesional ante un exigente Jurado integrado por notables sinodales que lo aprobaron por unanimidad; evento que muy bien recuerdo porque tuve oportunidad de asistir.
Filósofo práctico y realista; sagaz y astuto; cuando en la discusión de un tema alguien mostraba de manera evidente poca inteligencia, Horacio argumentaba con sarcasmo: "La universidad hace estudioso al individuo, receptor de conocimientos, lo convierte en investigador, pero no le quita lo pendejo; porque ser inteligente o no, está en la esencia de la persona".
Honesto y eficiente funcionario público, desempeñó con dignidad y sentido social diversos cargos en la administración pública federal, como Jefe del Departamento de Migración, antecedente de lo que hoy es el Instituto Nacional de Migración; luego fue Director General de Población de la Secretaría de Gobernación; e igualmente desarrolló una gran tarea en el campo de la docencia como catedrático universitario en varias instituciones de estudios superiores de la Ciudad de México. Y se dedicó con pasión al estudio de las culturas prehispánicas y al conocimiento de las lenguas autóctonas, en el afán de desentrañar el origen y la esencia de nuestra cultura, raza y nacionalidad.
Después de penosa y prolongada enfermedad lamentablemente falleció, llenándonos de tristeza. Lo recordamos ahora y siempre alegre, optimista, entusiasta y simpático, trayendo a la memoria aquel pensamiento que le escuchamos en el discurso pronunciado en la Gala de Oratoria en que participamos varios oradores exalumnos, celebrada con motivo del 25º Aniversario del Instituto "18 de Marzo", en mayo de 1965, en los salones del Club Lagunero, porque la categoría del evento requería de un espacio digno.
Dijo Horacio en aquella ocasión al final de su discurso: "¡Vivamos en una permanente embriaguez y en una constante orgía, porque será la nuestra una embriaguez divina y una orgía mística, de los que conquistemos el cielo para beber el llanto sublime de las estrellas!".
HOMENAJE PÓSTUMO.- En el primer aniversario de su dolorosa partida, familiares y amigos de Horacio le rendiremos homenaje en un evento que se llevará a cabo el próximo sábado 17 de marzo a las 10 horas en el Primer Edificio del Instituto "18 de Marzo", ubicado frente al Parque Morelos, por la avenida Rayón. Se invita respetuosamente al público de la Comarca Lagunera a este acto.
