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En puerta, Foro Alternativo Mundial del Agua

Yo río libre

JULIO CÉSAR RAMÍREZ

Un Foro Alternativo Mundial del Agua (FAMA2018) ocurrirá en la capital de Brasil del 17 al 22 de marzo con el propósito de unir los esfuerzos de movimientos sociales alrededor del mundo por transformar el acceso al agua en un derecho, principalmente en aquellas poblaciones que sufren los rigores de la pobreza, exclusión social y la guerra, para quienes el agua se vuelve un recurso inalcanzable debido a las intenciones de las grandes corporaciones que utilizan el líquido vital como mercancía privatizable.

Planeado como foro internacional democrático, transparente, participativo, descentralizado y accesible, FAMA2018 se contrapone al autodenominado Foro Mundial del Agua -previsto para este marzo también en Brasil, organizado por el Consejo Mundial del Agua-, el cual es reunión promovida por los grandes grupos económicos del planeta que defienden la privatización de las fuentes naturales y los servicios públicos del agua.

Resoluciones de las Naciones Unidas reconocen que el agua y los servicios sanitarios son derechos fundamentales. No hay vida sin agua y ella es bien común que debe ser compartido por toda la humanidad y los demás seres vivos.

Sin embargo, el Foro Mundial del Agua es feria de negocios que tiene el objetivo de promocionar un mercado que facilite el acceso a las multinacionales que se benefician del sector agua y el saneamiento. Con puertas cerradas a la población civil, ese evento concede un espacio para que las grandes empresas tengan acceso privilegiado a las decisiones de los gobiernos y bloquean por intermedio de corrupción y sobornos el avance de políticas públicas globales que resuelvan la crisis de acceso al agua.

La naturaleza se regenera y el agua es continuamente renovada por medio del ciclo hidrológico. No obstante, nuestro planeta sufre intensa destrucción debido a las acciones y actividades humanas. El sistema económico global es extremadamente predatorio, productor de impactos negativos al medio ambiente, tales como cambio climático, contaminación hídrica, sobreexplotación de acuíferos y destrucción de ecosistemas esenciales para la renovación del agua.

El ritmo acelerado de la llamada civilización es inhumano. La distribución desigual del capital y la escasez se agravan ante la apropiación del agua para fines comerciales. Grandes corporaciones promueven un proceso mercantilista del agua usando los paradigmas de modelos del mercado global: lucrar y concentrar la ganancia entre un minúsculo grupo de inversores.

Un puñado de corporaciones domina las fuentes de agua en todo el mundo e interviene directamente en la soberanía de los países que poseen esta riqueza. Las que usan agua como base de producción ejercen gran influencia en decisiones sobre este bien en países en que actúan y en la propia ONU. Los bancos de Wall Street y de otros centros financieros globales, además de multimillonarios como informa Oxfam, compran tierras donde hay reservas de agua en todo el globo terráqueo, demostrando que existe gran interés del capitalismo por esas áreas estratégicas. Con la privatización, las inversiones son altamente rentables.

Para los organizadores del foro alternativo, las políticas públicas de acceso al agua deben ser discutidas democráticamente con las poblaciones y en particular con las comunidades más afectadas por los temas relacionados al agua.

Bajo el lema "el agua es un derecho, no mercancía", debatirán temas centrales de la defensa pública de las fuentes de agua, como el acceso democrático a los recursos hídricos, la lucha contra la privatización de manantiales, la construcción de presas de agua y las comunidades afectadas, los servicios públicos del agua y el saneamiento, las políticas públicas necesarias para el control social de uso del agua y preservación ambiental que garantice el ciclo natural del agua en todo el planeta.

Posterior al Día Internacional de Acción contra las Presas y por los Ríos, el Agua y la Vida -14 de marzo-, FAMA2018 dará continuidad en Brasilia a foros alternativos anteriores, como los de Marsella, Francia 2012, y Daegu Gyoungbuk, Corea del Sur 2015.

Llaman a la ciudadanía a la preservación ética de la vida y de los ecosistemas. "El agua debe estar al servicio de los pueblos de forma soberana, con distribución de la riqueza y bajo control social legítimo, popular, democrático, comunitario, exento de conflictos de intereses económicos, garantizando así justicia y paz para la humanidad".

@kardenche

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Escrito en: Yo Río Libre editorial Yo Río Libre

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