Crisis. A los ataques se suma la falta de comida y medicinas, que no ha hecho más que agravar el sufrimiento de los civiles. (TWITTER)
El enclave rebelde sirio de Guta Oriental vivió ayer su jornada más sangrienta desde el establecimiento de las pausas humanitarias en Siria, con 95 muertos, elevando a casi 800 la cifra de decesos en 16 días de bombardeos que impiden la distribución de ayuda humanitaria.
Pese a la tregua humanitaria de cinco horas diarias, declarada por Rusia hace una semana y a la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones, que exige un cese al fuego de 30 días en toda Siria, los bombardeos sirios siguieron este martes por décimo sexto día, incluso ayer fue calificado como el día más sangriento.
Los bombardeos de la aviación siria y rusa, así como los ataques de artillería lanzados la víspera contra Guta Oriental dejaron al menos 95 muertos y más de 300 heridos, mientras este martes nueve personas perdieron la vida y unas 40 fueron heridas, reportó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Con estas víctimas aumentó a más de 780 el número de fallecidos, incluidos 177 niños, así como a tres mil 900 los heridos desde el pasado 18 de febrero cuando las fuerzas gubernamentales sirias y sus aliados intensificaron los bombardeos en Guta Oriental, último bastión rebelde en las afueras de Damasco.
Fuentes de la Defensa Civil Siria acusaron a las tropas sirias de emplear gas cloro en uno de sus ataques de ayer lunes en la localidad de Hamuriya, donde al menos 18 personas sufrieron síntomas de asfixia.
El vocero de la Defensa Civil Siria en Guta Oriental, Mahmud Adam, denunció que los bombardeos y disparos de artillería se han intensificado en la región coincidiendo con la entrada de un convoy humanitario del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Media Luna Roja Siria y las Naciones Unidas.
A pesar de haber arribado la víspera al enclave rebelde, la caravana de 46 camiones no ha podido descargar los suministros para los residentes atrapados en Guta Oriental ya que los aviones de combate sirios y rusos reanudaron este martes los ataques aéreos.
"El convoy tuvo que marcharse antes de los bombardeos y no pudo repartir todo el material, inclusive entre nueve y 10 camiones que no pudieron descargar la ayuda", lamentó Adam.
Hasta ahora, las fuerzas sirias han logrado controlar alrededor del 40 por ciento del enclave rebelde, donde cerca de 400 mil residentes se encuentran bajo asedio desde 2013 y enfrentan escasez de alimentos y medicinas.
Ayer, el Ejército ruso ofreció un corredor para que no sólo los civiles de Guta Oriental, sino los rebeldes sirios y sus familias puedan salir del enclave, sin embargo, uno de los principales grupos rebeldes aseguró que no han mantenido ningún contacto con Rusia.
"El Centro Ruso para la Reconciliación garantiza la inmunidad de todos los rebeldes que tomen la decisión de abandonar Guta Oriental con sus familias y sus armas personales", dijo el Ministerio ruso de Defensa, pero sin especificar a dónde irán, aunque en anteriores acuerdos han sido enviados a zonas bajo control opositor.
Guta Oriental forma parte de las cuatro "zonas de distensión" establecidas en mayo pasado por Rusia, Irán y Turquía, con el objetivo de intentar alcanzar una tregua que allane el camino para poner fin a la guerra que ha dejado más de 360 mil muertos y cerca de 12 millones de desplazados y refugiados desde marzo de 2011.
