Diálogo. Especialistas analizan los avances en materia de 'Participación política de las mujeres' en México. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Con una foto del Congreso Constituyente de 1917 en la que destaca la ausencia de mujeres y otra gráfica de la actual legislatura donde hay 213 representantes femeninas, es como la doctora Rosario Varela inició su plática en el foro "Participación Política de las Mujeres".
El evento, organizado por Asociación Nacional de Estudiantes de Ciencias Políticas y Administración Pública Comité Local Miguel Ramos Arizpe, se desarrolló ayer por la mañana en las instalaciones de la Facultad de Ciencias Políticas y sociales de la UA de C.
En la actividad participó Larissa Ruth Pineda Díaz, Consejera del Instituto Electoral de Coahuila.
Ambas coincidieron en los avances legislativos que existen a nivel nacional e internacional gracias a la histórica lucha de las mujeres para acceder a estos derechos.
Pineda Díaz recordó que en la época medieval las personas del género femenino no tenían acceso al trono por ser mujeres. Dijo que la primera reina de Inglaterra, fue Matilde, quien accedió gracias a acuerdos de su padre Enrique I con la nobleza, lo que más tarde dio origen a una guerra civil porque la nobleza no creía capaz a una mujer de gobernar.
Pineda Díaz comenta que todavía hasta nuestros días hay hombres que consideran a la mujer como incapaz de ejercer cargos públicos y prueba de ello son las leyes que se debieron legislar para obligarlos.
La primera fue la sentencia 12624 que instaura cuotas de género en los partidos políticos.
Esta ley se considera predecesora de la paridad. Fue la reforma político-electoral promulgada en enero de 2014 la que elevó a rango constitucional la garantía de la paridad entre mujeres y hombres en candidaturas para ocupar un escaño en los Congresos Estatales y el Congreso de la Unión.
Posteriormente en 2015, en Coahuila se modificó la ley para garantizar la paridad horizontal y vertical en la integración de los Ayuntamientos, lo que supuso una mayor participación femenina.
Sin embargo en este tiempo los tomadores de decisiones en los partidos, han buscado la forma para limitar la participación femenina postulándolas en distritos o ayuntamientos con pocas posibilidades de ganar.
Asimismo expuso casos de Oaxaca en donde las mujeres indígenas electas han sufrido desde amenazas de muerte hasta ataques contra ellas y su familia por el hecho de participar, lo que constituye todavía un reto para garantizar los derechos político-electorales de las mujeres.
Incluso citó el caso de Piedras Negras donde el regidor Lorenzo Menera le dijo a la alcaldesa y a las regidoras que "ojalá fueran violadas para que sientan lo que han sufrido otras mujeres", como un claro ejemplo de violencia política contra las mujeres.
Por su parte, Rosario Varela expuso los avances que se han tenido en materia en el Congreso de la Unión desde 2006, cuando hubo 117 mujeres diputadas de 500 hasta 2015 en donde se registraron 2013 gracias al principio de paridad, que no es otra cosa que darle las mismas oportunidades a las mujeres para participar en la vida política.
