En Pakistán.Un grupo de personas sostienen pancartas durante una protesta contra la violencia en Siria, en Lahore.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, afirmó ayer que los ataques en la región de Ghouta Oriental, suburbio de Damasco, podrían constituir crímenes de guerra que deberían ser remitidos a la Corte Penal Internacional (CPI).
"Lo que estamos viendo en Ghouta Oriental y en otras partes de Siria, es probable que sean crímenes de guerra y, potencialmente, crímenes contra la humanidad", sostuvo Al Hussein en una reunión sobre la situación en esa región siria, en la 37ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Refirió que los civiles están siendo sometidos a la sumisión o a la muerte y aseguró que "los perpetradores de estos crímenes deben saber que están siendo identificados, que se están elaborando expedientes con miras a su enjuiciamiento, se les responsabilizará por lo que han hecho".
El responsable de Derechos Humanos enfatizó que pese a la tregua de cinco horas anunciada por Rusia para permitir la asistencia médica y humanitaria en Ghouta, continúan los ataques aéreos y terrestres, impidiendo el envío de ayuda en esa breve pausa.
Las agencias humanitarias "han dejado claro que es imposible llevar la ayuda durante ese período, ya que puede pasar hasta un día sólo para pasar los puestos de control", explicó y puntualizó que "Siria debe ser remitida a la CPI, los intentos de frustrar la justicia y proteger a estos criminales son vergonzosos".
Ghouta Oriental ha estado bajo el asedio de las tropas del gobierno sirio, respaldadas por las fuerzas aéreas rusas, durante los últimos cinco días, lo que ha cortado por completo el acceso humanitario a la zona, donde están atrapadas alrededor de 400 mil personas y hay escasez de alimentos y medicinas.