Roger Martí (d), conduce el balón ante el jugador del Real Betis, Francisco Javier Guerrero, en el duelo de ayer. (EFE)
Un Betis superior se impuso al Levante 2-0 en un partido en el que controló el juego y ratificó su buena dinámica fuera de casa ante un local con pocas ideas y que no logra resolver su crisis de juego y resultados. Andrés Guardado no fue convocado debido a que se resintió de una lesión.
El Betis se adueñó del balón desde el principio y fue capaz de moverlo con fluidez, aunque con poca profundidad, durante todo el primer tiempo a base de largas posesiones y de no renunciar a volver a empezar cuando no veía clara la jugada.
El primer periodo fue una constante posesión del balón de los béticos, que manejaron bien la pelota en el centro del campo, aunque sin crear problemas al meta Oier.
Con idéntica dinámica dio comienzo la segunda mitad, ya que el Betis manejaba el balón, pero renunciaba a arriesgar y el Levante se mantenía agazapado en su parcela, con pocas opciones de salir a la contra.
Pese a la tónica del encuentro, la primera ocasión clara del equipo andaluz llegó en un contragolpe que Oier desbarató tras un remate de Joaquín (m.54), mientras que en la jugada siguiente, tras una gran parada del meta local, Chema, de cabeza, marcó en propia meta el 0-1.
El gol premiaba el dominio bético, pero castigaba en exceso, por lo visto hasta ese momento, a un Levante que, poco después, recibía el 0-2 por medio de Sergio León en contragolpe que definió el marcador.