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Y YO QUE PENSABA QUE ERA EL ÚLTIMO EN LLEGAR

(Primera parte)

"En toda carrera pedestre, indudablemente, siempre tiene que haber un participante que llegue en último lugar. En esta carrera, he decidido… ¡no ser yo!"

Con la carrera pedestre que se llevó a cabo el domingo pasado (18-02-18), rumbo al Puente de Ojuela en su treceava edición, arribo también al mismo número de años de corredor, pues fue precisamente con esta retadora carrera que me inicié hace precisamente trece años cuando era tan sólo de siete kilómetros, ya que se inició a la entrada del camino que nos lleva al Puente de Ojuela y que se encuentra tres kilómetros antes de llegar a la población de Mapimí: de allí hasta lo que es la entrada al puente son siete kilómetros, y como el pavimento que existió en alguna ocasión ya prácticamente ha desaparecido, de allí que se puede considerar como una carrera "a campo traviesa".

Lo bueno es que para ese año del 2005, los últimos 2,200 metros están "empedrados" y con ello se "facilita" más trotar o caminar sobre este camino, ya que tal vez sólo haya un grupo de corredores que lo hacen lo que se llama "corriendo".

El tiempo es impecable para toda la naturaleza que existe en nuestro planeta y más con el organismo de todo ser vivo; se dice que a los 40 años viene el retroceso, el declive en todas las actividades de nuestro organismo, y estoy seguro de que así es; ¡claro, los primeros años no es muy perceptible!, no obstante, así sucede.

Aun cuando por muchos años atrás de mi jubilación en julio del 2002, al arribar a los sesenta años, ya tenía muchos años de caminar, trotar, nunca correr, no se me había ocurrido participar en una carrera pedestre y fue anunciada a fines del 2004, titulada como la "Primera Carrera Pedestre a Campo Traviesa 7K al Puente de Ojuela", que me animé a incursionar en el deporte del "running", y esto basado en que consideraba que todos los días, prácticamente trotaba esta distancia; uno de mis recorridos era la carretera de un solo sentido que había de Torreón-San Pedro y que años después de convierte en todo un moderno bulevard a partir del conocido Nudo Mixteco; durante varios días a la semana, subía al Cerro de las Noas para prepararme en la prolongada subida que me esperaba en la carrera al puente de Ojuela.

La fecha llegó, y fue el 20 de enero del 2005, cuando participo en esta gran carrera, la primera para mí, echándole muchas ganas y fue así que en un tiempo de una hora y 27 minutos llego a la META recibiendo por tal motivo una playera, un pequeño trofeo y un diploma o constancia de participación.

Durante el resto de este 2005, llegué a participar en 16 carreras, 11 de 10 kilómetros; dos de cinco; una de 7 kilómetros, el medio maratón de San Isidro el 2 de octubre con un tiempo de tres horas 6 minutos y 25 segundos, y mi máximo orgullo: la carrera de 24 kilómetros Bermejillo-Mapimí, la cual finalicé en un tiempo de tres horas, 50 minutos y 12 segundos.

Puedo concluir que durante este año recorrí un total de 172 kilómetros, independientemente de los que corrí en mis entrenamientos diarios, y la máxima enseñanza que me quedó de estas participaciones fue el mensaje de Pubilio, un filósofo griego, que dice: "Nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta".

  Por: Dr. Leonel Rodríguez R.

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