Tras varios días de intensas negociaciones marcadas por la renuencia de Rusia, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) demandó ayer una tregua de 30 días en Siria, país sumido en una nueva escalada bélica dentro de una guerra civil que ya dura siete años.
Moscú, que en un principio había rechazado la iniciativa, terminó respaldando el texto y permitiendo su aprobación unánime.
El llamamiento a un cese de hostilidades se produce en medio de una fuerte escalada de la violencia en Guta Oriental, el enclave opositor de las afueras de Damasco, que es objeto de una dura campaña de bombardeos gubernamentales; y de la incursión de fuerzas turcas en Afrín, un enclave kurdo al noroeste de Siria.
En Guta ha habido al menos 510 muertos, entre ellos 127 menores, según el último recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos; en Afrín, suman unos 350 los fallecidos.
La resolución 2401 "demanda que todas las partes cesen las hostilidades sin retraso" y que se comprometan a mantener una "pausa humanitaria de al menos 30 días consecutivos en toda Siria".
El objetivo, según el texto, es permitir el suministro seguro de ayuda humanitaria a la población necesitada y facilitar la evacuación de los heridos y enfermos en situación más crítica.
En Guta ha habido al menos 510 muertos, entre ellos 127 menores, según el último recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos; en Afrín, suman unos 350 los fallecidos. (ARCHIVO)
