Oribe Peralta (d) del América disputa un balón con Enrique Moura (i) del Saprissa, durante el partido de ida por los octavos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf disputado en San José. (EFE)
Un monstruo americanista se desató en Costa Rica. Impío goleador que dejó la eliminatoria ante el Saprissa sentenciada [1-5] y hace inútil que se dispute un partido de vuelta en el Estadio Azteca. Los ticos, humillados, quedaron inermes ante el poder del popular equipo mexicano.
El pase águila a los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf está asegurado. Cuestión de trámite deportivo. Pero si ayer por la noche el América anotó una "manita" de goles, inimaginable el escenario para la revancha de la próxima semana. Ahí se espera una nueva goleada de escándalo.
La zona futbolística tiene miserias. El llamado Monstruo Morado costarricense fue una de éstas. Se esperaba un cuadro combativo, pero fue destruido con facilidad y demasiado rápido.
Cecilio Domínguez encabezó el baile águila en la cancha del Saprissa. Al habilidoso paraguayo no le costó ni dos minutos abrir el marcador. Un tiro cruzado y comenzó el festín americanista.
Pasó más de media hora. Mateus Uribe recuperó el esférico, lo pasó a Oribe Peralta y éste le regresó el balón. El volante colombiano lo definió por abajo en una jugada con tintes acrobáticos (35').
Antes de que se acabara la primera mitad, Domínguez marcó su doblete, tras jugada individual. La eliminatoria acabó por decidirse en ese momento (45').
América volvió a apretar. Renato Ibarra marcó el cuarto al estar rodeado de tres zagueros y aún así pudo lanzar un envío cruzado que el guardameta del Saprissa ni siquiera estuvo cerca de atajar.
Minuto 59 y la parranda americanista estaba viva. Pero todavía faltaba el último tanto que acabó con cualquier esbozo de esperanza local, que había puesto el descuento del Saprissa, por conducto de Ariel Rodríguez (74').
Mateus Uribe volvió a hacerse presente en el marcador (80') para finiquitar la goleada y el manazo sobre la mesa en la región. América es un candidato a quedarse con el pase al Mundial de Clubes.
En Concacaf, la distancia entre los clubes mexicanos y los del resto de la zona sigue siendo abismal. Basta con saber que con cuatro jugadores del América [Domínguez. Ibarra, Marchesín y Uribe, 12.13 mdd] se puede comprar a todo el plantel del Saprissa [8.4 mdd] y hasta sobra.
De eso no tienen la culpa los amarillos, que siguen volando invictos en este 2018. La ilusión y soberbia de su fanaticada está más que encendida.
