Mercedes Benz, con mayor estilo

La ciudad de Ámsterdam se encuentra basada sobre 11 millones de postes de madera y tiene un promedio de 1.2 bicicletas por cada uno de sus 700 mil habitantes. Es conocida alrededor del mundo como la Venecia del norte, no así por sus habitantes, quienes prefieren afirmar que Venecia es la Ámsterdam del sur.

El espíritu cosmopolita que engloba a 180 nacionalidades en un mismo ayuntamiento, es el mismo que imperó en la presentación global de la nueva Clase A de Mercedes Benz, quienes, en esta ciudad, mostraron al mundo el paso hacia delante que darán con las tecnologías implementadas en la cuarta generación del más pequeño de los vehículos de su catálogo.

La nueva generación de la Clase A de Mercedes-Benz tiene un diseño más afilado y un perfil más pronunciado para dar espacio a una nueva parrilla que abre y cierra el paso de aire, esto en función de las condiciones de temperatura al interior del cofre con todo lo que esto implica en términos de eficiencia, desgaste del motor y aerodinámica del vehículo.

La nueva Clase A conserva los detalles en cromo que han caracterizado al lenguaje de diseño de los de la estrella de tres picos, adicional a esto, los rines han crecido de 16 a 19 pulgadas, las salidas del escape son rectangulares y son cromadas, insertadas en la parte inferior de la fascia trasera, elegantemente enmarcados con una moldura cromada. Las calaveras también son LED y se ven coronando el volumen "saltado" de la fascia trasera.

Apuesta hacia la aerodinámica y la autonomía en manejo. Para esta entrega, Mercedes-Benz redujo el coeficiente de fricción aerodinámica (Cd) a sólo 0.25, inmejorable para el segmento, gracias al trabajo sobre los remolinos convergentes en la parte posterior del auto que normalmente generan una especie de succión que provoca mayor consumo de combustible.

Asimismo, destaca la presencia de alerones integrados y un fondo totalmente plano en el que se obraron modificaciones para alojar neumáticos con rines que funcionan más de acuerdo a la propuesta visual y la distancia entre ejes creció 30 milímetros.

En función de los nuevos sistemas de cámaras y radares implementados en la nueva Clase A, la conducción de este modelo toca en los límites de la capacidad de maniobras semiautónomas, ya que su equipamiento tiene un alcance de hasta 500 metros y en su conjunto, organizan los trabajos de manejo en coordinación con el GPS y la cartografía incluida.

Así, el sistema DISTRONIC se encuentra plenamente facultado para mantener la velocidad de manejo en trayectorias curvas hasta los 130 kilómetros por hora, aun cuando las líneas del pavimento en carretera no se encuentren apropiadamente delimitadas. Este sistema también permite mantener distancias de seguridad, es capaz de seguir a otros vehículos, reiniciar la marcha cuando el tráfico se ha detenido y ejecutar acciones evasivas en velocidades comprendidas de los 20 a los 70 km/h.

Aunque normalmente vemos esta clase de tecnologías en los ejemplares más costosos de aquellas marcas que se han involucrado en la búsqueda de la conducción autónoma, Mercedes-Benz entiende la relevancia de dotar a este modelo con esta clase de asistencias, pues esencialmente el mercado al que se dirige la Clase A es quien más las apreciará.

Mercedes-Benz considera que, quienes ya tienen un Clase A (así como los futuros clientes) son los actuales reyes de las redes sociales y aprecian la relevancia de éstas mismas.

Esta misma apreciación se ve reflejada en el interior, pues la nueva Clase A estrena el widwscreen del cluster, mismo que hasta la fecha se había mantenido para modelos de alta gama como la Clase E o la recién presentada G500.

La distribución de interiores representa un espacio mucho más ordenado, así como mejores capacidades de carga en la cajuela, que como herencia de la tercera generación, ya era considerablemente grande para su segmento. Hablar de los acabados de Mercedes-Benz resultaría en un ejercicio inútil, siendo que la marca, desde sus inicios en 1926, ha enarbolado la excelencia en la calidad de sus materiales, promesa que cumple desde hace 92 años.

El sello de la casa. Las novedades en ingeniería aplicada en este modelo empiezan por la suspensión McPherson al frente y Multilink con barra de torsión en la parte trasera, hay nuevos cojinetes de hule y un reajuste al eje trasero que repercuten favorablemente en la dinámica del auto. El motor es esencialmente el mismo, sin embargo, en esta entrega es 20 kilos más ligero y se presenta en dos versiones: el primero es el 1.4 litros de cuatro cilindros de 163 caballos de fuerza y 184 lb-pie de torque.

Coexiste en la disponibilidad de versiones la motorización 2.0 litros con cuatro cilindros, 221 caballos de fuerza y 258 lb-pie de torque. Ambos propulsores son turbocargados y están acoplados a una transmisión automática de siete velocidades con doble embrague y sistema de desactivación de los cilindros: dos o tres según las condiciones de desempeño.