Hace unos días descubrí en medio de pláticas que rondan en lo bohemio -mientras veía a un amigo pintar sobre un pequeño soporte- la conversación que hoy le da forma a estas palabras. Alguien ya había mencionado ¿Qué es el arte? Como pregunta recurrente hay definiciones, opiniones y controversias, pero nada que concluyentemente lleve a un consenso general y más aún si se considera que los criterios en cada disciplina, corriente y época tienen sus variantes.
Entonces cae sobre la mesa la pregunta que lleva a derramar un mar de argumentos. ¿Para qué se adquiere el arte? O que es lo que se pretende obtener alcomprar una obra de arte.
Si nos remitimos al mercado de arte existe una compleja teoría que sustenta el costo que representan las obras y la forma en que éstas transitan entre la oferta y la demanda. Actualmente las subastas proponen un valor fijo que después es modificado según la demanda de los interesados, esto sin suponer una pérdida para la casa que muestra la obra.
Pero una cuestión más profunda a reflexionar se encuentra en aquello que motiva a las personas a adquirir arte. Para unos puede suponer una inversión de valores a mediano o largo plazo, otros un revalorizar un patrimonio artístico-cultural, la estética o técnica y habrá quienes desean un acercamiento al producto final de un proceso artístico, es decir, apropiarse de la obra desde la experiencia artística que representa.
En ese sentido cuestionarse que le da valor al arte -en cualquiera de sus formas- representa un reto, tanto para el artista como para el adquisidor. Ya que para el primero es la acción creadora que encara su perspectiva de vida, el insigth del que se desprende la obra de arte alude a experiencias significativas las cuales quedan sublimadas en la pieza en que se está trabajando. Mientras que el espectador tiene la posibilidad de sentirse impactado por los remanentes de dicho proceso.
El objeto en si es lo que se adquiere como un ente material, pero, ¿es acaso eso lo que se pretende comprar? ¿Es posible para el artista vender realmente su obra? En lo concreto se puede decir que sí, alguien puede comprar una pintura al óleo realizada sobre un soporte específico, hecha por alguien en un contexto social. Esta cuestión nos lleva a preguntarnos qué es lo hace valioso al arte podríamos pensar que el dominio técnico, sin embargo, existe algo que sucede al momento de la concepción de la obra, este halo de inspiración que bien podría ser el detonante del resultado que vemos en un museo o galería.
Aquello que motiva al artista a crearlo es algo que ni teniendo sus manos se podría comprar, en cambio el artista sí puede liberarse de su obra, incluso puede ceder los derechos intelectuales o vender el concepto, pero ese momento de creación es tan único y persona que no puede repetirse, quizá puede motivar a otros a realizar sus propios trabajos o un ejercicio de contemplación, pero en esa individualidad puede encontrase una clave sobre lo que es el arte.
