Sin control. En 2017, el número de venezolanos instalados en Colombia se disparó: pasaron de unos 350 mil a más de medio millón. (EFE)
Colombia ha tomado nuevas medidas para frenar el ingreso de migrantes venezolanos al país de manera ilegal.
El jefe de las fuerzas armadas colombianas, el general Alberto Mejía, dijo ayer que en la zona fronteriza con Venezuela ya hay unos tres mil hombres que controlarán la marea creciente de migración. "Nosotros tenemos 2.200 kilómetros de frontera. Es una frontera muy grande y difícil y se caracteriza por tener muchas trochas (caminos sin pavimento). Es muy importante ejercer un control y eso es lo que estamos haciendo; evitar cruces de vehículos ilegales con gasolina y carne", precisó el militar a la radio local. Entre las medidas con las que el gobierno espera ejercer mayor control de los caminos está la construcción de zanjas de cinco metros de ancho por cinco de profundidad. El martes, Mejía y el director de la policía, general Jorge Nieto, estuvieron en la frontera nororiente del país mientras equipos pesados realizaban trabajos para remover tierra y destruir trochas.
El presidente Juan Manuel Santos adelantó desde el jueves pasado que habría mayor número de militares en la zona ya mencionada para vigilar el flujo migratorio que llega desde Venezuela. Además de lo anterior, Colombia dejará de emitir tarjetas fronterizas que actualmente permiten a 1,5 millones de venezolanos ingresar temporalmente al país para comprar alimentos y medicamentos. Santos dijo que su país quiere ser solidario con los venezolanos necesitados, pero destacó que la migración debe llevarse a cabo de manera segura y legal. En 2017, el número de venezolanos instalados en Colombia se disparó: pasaron de unos 350 mil a más de medio millón en apenas seis meses.