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Formas y deformaciones del lenguaje

RAUL MÚÑOZ DE LEÓN

Poco a poco, haciendo grandes esfuerzos, trabajosamente, el hombre fue superando la forma primitiva de su comunicación. Comenzó a producir ideas y de esta forma su lenguaje evolucionó.

Las tres formas más importantes del lenguaje son: a) mímico, b) a base de señales y c) fonético.

El lenguaje mímico se estructuró a base de ademanes y señas. Lo utilizan en la actualidad aquellas personas que carecen del sentido del oído, del habla, o de ambos, y a consecuencia de ello han ideado hasta un alfabeto, basado en la forma de los dedos y la cara.

Cuando este tipo de lenguaje alcanza la categoría de arte, y empleándolo se participa en comedia o drama, es decir en teatro, esta disciplina recibe el nombre de pantomima.

El lenguaje a base de señales utiliza elementos externos como medio de comunicación: Cuando Troya fue incendiada, Clitemnestra conoció la derrota con mayor rapidez que los barcos que llevaron la noticia.

El fuego, el humo fueron señales del lenguaje. En tiempos de la Roma clásica, a través de la muralla edificada para detener el avance de los pictos, éstos enviaban señales de humo para comunicar las noticias.

También hay comunicación a base de señales de luz solar por medio de espejos entre los montes, o luz artificial en los faros. El sonido también proporciona un lenguaje a base de señales: los tambores de guerra de las tribus africanas y de los indios de Norteamérica; los cuernos vikingos de Escadinavia y los caracoles prehispánicos, a los que los indígenas les arrancaban agradables sonidos, fueron igualmente señales de la comunicación.

La evolución del hombre llega hasta alcanzar la combinación de sonidos internos mediante el uso de las cuerdas vocales, la lengua y la concavidad resonante de la garganta que al articularse producen sonidos, los sonidos combinados, sílabas; y las sílabas combinadas la palabra. Al encontrar la palabra el hombre llega a la comunicación ideal por excelencia. Del latín parábola, la palabra es el sonido o conjunto de sonidos que expresan una idea. La palabra es el instrumento del lenguaje. La facultad de hablar por medio de la palabra origina la frase, la oración, las cláusulas, los párrafos y, finalmente, los libros, en los que el hombre puede comunicar todas las ideas que produce, los sentimientos que experimenta y todo cuanto es posible conocer. La palabra tiene diferentes valores: fonético, semántico, morfológico y sintáctico:

VALOR FONÉTICO.- El vocablo fonético deriva del griego phoné que significa sonido. Como todo producto de la inteligencia humana, las palabras son susceptibles de sufrir cambios fonéticos, porque los sonidos se han transformado, han desaparecido, e incluso han sufrido la influencia de otras lenguas, por ejemplo el sonido de la “j” se introdujo al idioma español en la época de la dominación árabe en España, ya que anteriormente se pronunciaba como “i”: justicia era iusticia. Un estudio histórico de la evolución de la lengua española, arroja que farina se convierte en harina; fermosa, en hermosa; fundu en hondo.

La u deviene en o: de metu, miedo; de manu, mano, etc.

VALOR SEMÁNTICO.- Semántico viene de semaino: significar. El valor semántico es la significación o sentido que la palabra encierra o contiene.

Está en relación directa con los objetos y los seres de nuestro entorno. Si algunos objetos desaparecen, igualmente desaparece la palabra que los denomina. Por ejemplo: desaparecieron los carruajes antiguos y desaparecieron las palabras landó, berlina, etc. El valor semántico también puede sufrir transformación: almirante significaba caballerango; hoy es el grado más alto de la Marina; entre los griegos, tirano era el rey; ahora es quien abusa del poder oprimiendo un pueblo. Si el ingenio del hombre descubre nuevas cosas y obtiene nuevos logros, inventa también la palabra para designarlos.

Consecuencia de los avances de la tecnología hoy utilizamos palabras hasta hace poco desconocidas: escanear, chatear, facebook, twiter, whatsapp, cibernético, celular, plasma, etc.

VALOR MORFOLÓGICO.- El término morfología tiene su origen en la lengua griega, y se refiere a la forma de la palabra, es decir, como está constituida, o como se presenta. De cómo está constituida la palabra es el valor etimológico; cómo se presenta o escribe, es el valor gráfico.

En la etimología de la palabra se hace referencia a su origen, cómo nació y cuáles otras lenguas han concurrido en su creación. Ethimós quiere decir verdadero. Son muchas las lenguas que han ejercido influencia en el idioma español: el inglés, el francés, el árabe, el portugués y las lenguas indoamericanas como el náhuatl y el maya. Pero principalmente en el latín y en el griego, está la etimología de la mayor parte de las palabras que hablamos. Pequeña historia: El castellano tuvo su origen en el latín vulgar. La península ibérica la habitaban iberos y celtas, pero también había colonias griegas. Al ser conquistada por los romanos en el Siglo II A. C. las lenguas primitivas que contenían elementos griegos se unieron al latín vulgar. Así se formó el castellano romance.

También influyó la lengua germánica que aportó palabras bélicas como guerra, blasón, bandera, tambor; los árabes introdujeron más de 20, 000 palabras como alcázar, alcoba, alféizar, almohada, arroz, azafrán, alcatraz, azahar. Del francés tenemos chofer, restaurante, hotel, camión, matrimonio, mariachi. Descubierta y conquistada América las lenguas antillanas aportaron las palabras canoa, caníbal, etc.; y las indígenas, palabras tales como aguacate, chocolate tamal, petate, jícama, tomate, camote, comal. Las indígenas sudamericanas: llama, cóndor; y del inglés por la influencia norteamericana tenemos checar, cheque, junior, manager, lunch, stand, etc.

La palabra tiene dos elementos que la componen: la raíz y el morfema. La raíz es su elemento fundamental e irreductible, indicativa de la idea y común a una serie de palabras que tienen un mismo origen. Ejemplo: “lig” significa atar, unir, vincular; es raíz común a las palabras obligar, desligar, religión, coaligar; “pon” es la raíz de poner, anteponer, componer, sobreponer, etc. El morfema es un elemento que modifica y concreta el significado de la raíz; da forma a la palabra, por eso se llama morfema. Van añadidos a la raíz; son prefijos si van antes y sufijos, si van después; ejemplos: prefijo a, sin, ausencia, privativo; como amorfo, sin forma; amoral, sin moral; átono, sin acento, apátrida, sin patria. Prefijo anti significa contra: antipatria, contra la patria; antinatura, contra la naturaleza, antipedagógico, contra la pedagogía, etc. Sub, prefijo que significa bajo, dependencia: subalterno, por debajo de otro, subterráneo, por debajo de la tierra, subdesarrollo, por abajo del desarrollo. Los sufijos latinos are, ere, significan acción y pasaron al español coma ar, er, ir: amar, crecer, vivir, odiar, tener, sentir. El sufijo bilidad significa susceptible de que algo suceda: posibilidad, habilidad, responsabilidad, probabilidad, etc.

Grafía, viene de graphós en griego y su significado es escritura. Los mejores ejemplos de la escritura pictórica es la de los indios de América del Norte, quienes realizaron pictogramas en rocas, pieles y madera. Los pictogramas evolucionaron en ideogramas y onogramas. Cuando surgió la idea de relacionar la escritura con el lenguaje hablado apareció el fonograma, utilizado por los egipcios, aztecas y mayas. En un fonograma que representa la ciudad de Coatepec los aztecas dibujaron una serpiente (cóatl) sobre una colina (tepec).

VALOR SINTACTICO.- Sintáctico proviene de Sintaxis, que es la parte de la Gramática que estudia la lógica relación que deben tener entre sí los elementos de la oración y su corecta ubicación para darle sentido a la misma. Si los elementos de la oración no están correctamente ubicados, no hay relación lógica entre ellos y no se entiende su sentido. Cuándo la palabra tiene una función lógica en la oración adquiere valor sintáctico.

Ejemplo: sintaxis correcta: “La técnica se puede usar para domesticar a los pueblos, o se puede poner al servicio de los pueblos para liberarlos” (Che Guevara); sintaxis incorrecta: “La técnica al servicio para domesticarlos a los pueblos, o puede para liberarlos usarse”. FORMAS Y MODOS DEL LENGUAJE

El lenguaje no sólo está en relación con lo que queremos decir, sino también con el modo y la forma de decirlo. Aun las personas que hablan el mismo idioma, no lo hablan de la misma manera. Quienes somos del norte de la República hablamos de forma diferente a los del sureste o a los de la costa.

De acuerdo con la actividad el trabajo que se realice, con el nivel cultural, con el lugar o la situación empleamos un determinado lenguaje. Las más importantes formas del lenguaje son: el coloquial, el técnico o científico, y el literario: El lenguaje coloquial es el que usamos ordinariamente al comunicarnos, el de todos los días, el que empleamos en la casa, en la escuela, en el trabajo, con la familia y los amigos.

El lenguaje técnico es el que se emplea en cualquier disciplina de la ciencia, la técnica, el deporte y lo usan personas de la misma profesión u oficio. Las palabras peculiares de este lenguaje se llaman tecnicismos. Ejemplos: lenguaje jurídico, lenguaje médico, lenguaje matemático, lenguaje contable.

El lenguaje literario es la expresión de más alta significación. Es el de los escritores, los poetas, los literatos, los novelistas; su calidad extraordinaria estriba en que aspira a llegar más allá de la comunicación inmediata y práctica porque quiere representar y permanecer en el tiempo. Cada autor va configurando su propio lenguaje literario.

DEFORMACIONES DEL LENGUAJE

Las circunstancias sociales y el paso del tiempo, hacen susceptible al lenguaje de deformarse, por el mal empleo que se le dé. Las deformaciones más importantes son la jerga, el caló y los modismos.

* Se llama jerga al lenguaje que usan familiarmente los individuos de ciertos oficios u actividades. Entre otras: la jera de los toreros, de los albañiles, de los carpinteros, etc.

*El caló es un conjunto de términos de origen impreciso y de significación dudosa. Lo emplean determinados sectoes sociales. Hay caló entre los estudiantes, los delincuentes. El caló distorsiona el lenguaje. Un ejemplo: “On tablas que no viguetas, yo creía que ya moras, pero todavía víboras”.

*Se llaman modismos a los términos empleados por los habitantes de determinada región.

Los regionalismos son modismos; por ejemplo: es el benjamín de la familia; esos güercos se van a caer; mi familia la componen tres chilpayates; ese bato no respeta a las morras, etc.

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