El teatrito
La reciente invasión de terrenos en la zona industrial de Torreón-Mieleras es la primera muestra o tanteo entre el gobierno de Saltillo o sea el gobierno estatal y el municipal, pocos lo ven así pero dados los antecedentes no hay otra explicación posible.
Unos precaristas al servicio de Riquelme y con los intermediarios de siempre, de sobra conocidos, por unos cuantos pesos animaron a precaristas- que ni lo son tanto, a invadir para mandar un mensaje al gobierno municipal de lo que le espera, o sea moverle a la gente para presionarlo. Además , de convertir en apaga fuego al MP estatal y desde luego a la policía del estado en que gracias a ellos pudieron desalojar a los “pagados “ invasores. Así, el gobernador quedó como el salvador del orden y el derecho y la policía como garante de todo aquello que el gobierno municipal no pueda hacer. Riquelme compró y él solo se pudo el traje de superman.
Políticos, barateros. Siempre con las mismas mañas y tretas. Casualidades, no. En política nada es casualidad, todo es artimaña y alquimia, desde las elecciones hasta el ejercicio del gobierno. Zermeño tiene que mostrar que está curado de espanto y no haga lo mismo que J. Ángel Pérez quien se la pasó todo su periodo peleando con patadas bajo la mesa con H Moreyra, quien al fin y al cabo no lo dejó trabajar, desde luego el municipio fue el perdedor final pues las zancadillas lucieron por todos lados en perjuicio del municipio.
A todos nos gustaría que Riquelme no empiece a lucir cifras mentirosas señalando que su gobierno ya superó a los dos sexenios estatales anteriores, como lo hacen los todos Presidentes . Cifras que de nada sirven pues solo aparecen para rellenar y pagar publicidad engañosa, acuñada por el pomposo renglón de “ comunicación social” al estilo de la presidenta de Gómez Palacio que casi todos los días paga una publicación para echar incienso a su administración. Todo eso debería llamarse “propaganda gubernamental” porque social no lo es, en nada beneficia a la población ese tipo de propaganda, solo la empobrece, pues ese dinero sería mejor emplearlo en obras y no en tinta y papel que a nadie engañan.
Lo que se ve no es necesario publicarse.
Miguel Ángel Hernández
Torreón, Coah.
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Ben-Hur región 4
No sé si las autoridades de transporte de Torreón y Gómez Palacio les interese cuidar a los ciudadanos que anda en sus vehículos en las calles, o piensan que en estas todos podemos hacer lo que queramos debido a que si la ley no lo impide todo es válido.
He visto en las calles de la zona metropolitana que choferes de diferentes rutas adornan (o tunean) sus camiones para que se vean diferentes, quizás muestran la personalidad del dueño y ahí uno respeta esa decisión, siempre y cuando no incomodé a los usuarios. Sin embargo he visto que por lo menos unos 10 camiones que en sus rines les han puesto adornos de llantas en los birlos de los rines que asemejan los que se usaron en la película Ben-Hur en la famosa escena de la carrera de cuadrigas y que la función de estos adornos era hacer daño a los contrarios.
No sé si con este espíritu los conductores de este servicio público quieren mostrar su poder, su deseo de que nada los moleste o simplemente porque les gustaron nada más. Lo terrible de tal situación es que al tener varias calles en donde se reducen los carriles, estos señores pueden afectar a otros autos y que no pueden ser castigados por que la ley no tifica que estos birlos con figura de puntas de lanza o de picos sean prohibidos.
Esperamos que las autoridades vean esto, traten de manejar a lado de uno de estos “angelitos” para ver si se siente seguros de que no les puede pasar nada.
Carlos Pineda
Torreón, Coah.
