Variaciones opus 33 sobre el tema de Don Juan.
El aprendiz de seductor visitaba con frecuencia al sevillano. Le decía:
-Vengo a aprender de vos los secretos del amor y los misterios que guarda la mujer.
-Vienes en vano -respondía Don Juan-. El que más sabe del amor sabe muy poco, y el que sabe más de la mujer no sabe nada.
Un día el mancebo le contó:
-Ayer besé a la mujer que amo. Leía ella en el jardín y se quedó dormida, la cabeza reclinada en el respaldo de la silla. Llegué y le di un beso en los labios sin que me sintiera.
Le dijo Don Juan:
-Entonces eso no fue un beso. Un beso, para serlo plenamente, ha de darse y recibirse. Tú lo diste, pero ella no lo dio. La besaste, pero ella no te besó a ti. No cuentes, pues, lo que hiciste, pues lo que hiciste no cuenta.
Fue así como el aprendiz de seductor supo que el beso que había dado no fue ni siquiera la mitad de un beso.
¡Hasta mañana!...