Columnas Deportes

Último Round

LAS SOBREVIVIENTES DE NASSAR

WENDY ARELLANO

Quiero dedicar esta columna a mujeres que han peleado grandes batallas y no necesariamente lo han hecho en un ring. En numerosas ocasiones he reiterado que esta columna está dirigida a todo aquello que cualifique como contienda, y sin duda el mundo de los deportes se encuentra paralizado por una de las más duras, y a lo que se le ha catalogado como la peor epidemia de abuso sexual en la historia del deporte.

Durante casi más de 3 décadas, Lawrence Nassar (quien fuera el médico de las gimnastas olímpicas de EUA) abusó sexualmente de más de 150 jóvenes y niñas del equipo norteamericano y fue condenado a 145 años de prisión.

El abuso sexual es tan violento que no puede verse, más bien; no quiere uno hacerlo. Es un tipo de coerción tácita, y lo más duro es el silencio de quienes han sido subyugados. Este es un tipo de lucha que preferiría no ver, sin embargo, es necesario; creo firmemente no haber visto pelea alguna que se le compare a esta gallarda denuncia.

Ninguna batalla que haya avistado se le equipara al valor desafiante de estas mujeres, quien encararon a Nassar durante la audiencia, subiendo al estrado y atestiguando sobre la dolorosa experiencia; quienes aún siendo muy pequeñas, eran incapaces de diferenciar entre un tratamiento médico y un abuso sexual.

La audiencia no sólo paralizo al mundo, sino que esta es una lucha con carga histórica, que debe ser recordada para que no se repeta. El abuso es tan antiguo como la vida misma, sólo que no se conocía porque permanecía acallado, intimidado, amenazado.

En el tipo de batallas del que suelo relatar, siempre hay un rival que pone al otro sobre las cuerdas o sobre la lona, pero ¿qué hay de aquellos que obligan a alguien ha permanecer de rodillas? No te encuentras completamente en el suelo, y por esa razón no puedes ponerte de pie. Anhelas caerte para poder, al menos, aspirar a levantarte. Lo cual me hace recordar una frase del revolucionario Emiliano Zapata: "Prefiero morir de pie, que vivir de rodillas". ¡Aquel que fuera el símbolo de la lucha campesina, y que peleaba por no ser sometido, sometía a su vez! Abusando sexual y arbitrariamente de su poder, y ahora es un emblema y mártir nacional.

Con este ejemplo, trato de encarar la irónica labor de las instituciones encargadas de nuestra seguridad, quien en realidad velan y protegen a los culpables. De otra forma, Nassar habría sido descubierto; 30 años de abuso no pueden pasar desapercibidos. La voz de las víctimas fue al fin escuchada en la sesión de sentencia, durante toda su carrera el médico fue catalogado como el mejor, y su "prestigio" lo encubrió, tal y como lo hicieron las demás organizaciones, que juraron nunca haber sospechado de los abusos de Larry. Y soslayar una violación de tal jaez es como perpetuarlo.

"El día de hoy es un duro y doloroso recordatorio, de que mientras mi acosador ha sido frenado la cultura que le permitió seguir abusando, aún tiene que terminar", dijo Rachel Dehollander, exgimnasta.

El testimonio de la medallista olímpica de los juegos de Londres 2012 y Río de janeiro 2016 Aly Raisman, dejo en shock al estrado, y evidentemente tuvo el mismo efecto en mí, al escuchar cómo estas jóvenes eran manipuladas y engañadas, haciéndoles creer que tenía que tocarlas inapropiadamente para "sanar" su dolor físico y pudieran continuar compitiendo, sin embargo, lo único que logró en realidad, fue causarles un trauma grande e irreversible.

"Cerrabas los ojos diciendo que era porque estabas trabajando duro, cuando realmente estabas sintiendo placer por tocar a niñas inocentes. Imagínate sentirte sin poder y sin voz, ¿Pero sabes qué, Larry? Ahora, tengo voz y poder, y lo voy a usar", dijo Raisman

No imagino cuán doloroso puede ser y trato de recordar qué fue lo que sentí cuando decidí hablar sobre esto. Y una noche mientras me encontraba pensando cómo podría titular esta columna, al escribir estas últimas líneas recordé el discurso de la exmedallista olímpica, quien hacía alusión a sí misma, y a las demás víctimas cómo: ¡Sobrevivientes!

Y por primera vez, comprendí la diferencia entre el hombre que vive y el sobreviviente. El que vive se resigna tanto a la muerte, que se limita a "vivir", sólo para sucumbir. Esperando a perecer de un modo tan inevitable que su existencia sólo consiste en cumplir el más elemental e insulso ciclo de la vida. Sin embargo, el que sobrevive no sólo lucha contra la muerte, sino contra la vida misma y su inexorable fin.

Y entonces descubrí: Que sobreviviente no es aquél que permanece con vida, ¡sino el que decide NO morir antes de tiempo!

[email protected]

Leer más de Columnas Deportes

Escrito en: Último Round

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Deportes

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1429925

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx