Cómo pasa el tiempo así tan inexorablemente porque hasta parece un suspiro cuando precisamente, veíamos a los Patriotas en la primera semana cayendo frente a los Jefes y ahora, en menos de que canta un gallo, se encuentran en el momento para defender su campeonato en un día que parece, el tiempo se inmoviliza para dar paso, a la más alta excelencia de lo que uno se puede imaginar y aunque también en este 2018 nos encontremos en un año mundialista por la celebración a mitad del año en Rusia, se percibe como hoy domingo en punto de las 17:00 horas tiempo de nuestro país, nadie quiere estar fuera de casa para no disfrutar de la magia del Súper Tazón LII.
Por segundo año en la vida de los Tazones, la ciudad de Minneápolis se guarnece para llevar a cabo este evento siendo el primero, en el antiguo Metrodome en el año 1992 cuando los Pieles Rojas vencieron a los Bills comandados por el mariscal de campo Mark Rypien y que resultó el más valioso pero ahora, en el flamante Estadio del Banco de los Estados Unidos (U.S. Bank Stadium por sus siglas en inglés) que fue inaugurado en el año 2013 y que como es ya una costumbre, recinto que recién se construye para este deporte, se encuentra en la mira de la NFL para vislumbrarlo como posible sede del Súper Domingo.
Para esta ocasión, el equipo que tiene su cuna en la casa del encuentro imperdible, se quedo a un juego de que por primera vez, buscaran el trofeo Vince Lombardi sin necesidad de salir y que como ya sabemos, la liga busca ubicación en una ciudad con condiciones climáticas adecuadas porque aunque ya es de todos conocidos que en las ciudades gemelas para esta época el frío aprieta, de acuerdo a la arquitectura de la casa de los Vikingos, la temperatura está adecuada por la tecnología como se construyó.
Desde el año 2002 del cual ya no me quiero acordar, la organización de los Patriotas ha cimentado su vida en este deporte ya que, en los últimos 16 años, la escuadra de Nueva Inglaterra ya obtenido cinco Súper Tazones y en caso de que hoy domingo consigan el bicampeonato, estarán equilibrando a los Acereros con seis anillos quienes fueron protagonistas en la segunda mitad de los años setenta, ochenta y dos mil.
Por segunda ocasión, estas organizaciones se ven las caras en un partido de esta magnitud y desde aquel 6 de febrero del 2005, sólo Tom Brady es el único sobreviviente al igual que su entrenador en jefe Bill Belichick en un partido que iba empatado al medio tiempo 7-7 donde incluso en el tercer cuarto se emparejaron 14-14 pero ya en el los últimos quince minutos, los Patriotas sumaron 10 puntos para conseguir su segundo título consecutivo ya que, un año atrás, habían derrotado a las Panteras en el estadio de los Texanos.
Y si hay alguien a quién debemos rendirle un tributo, es a un elemento de las Águilas con un tesón incomparable de los que ya no lo encuentras hoy en día y que se desempeña como ala defensivo como es Chris Long quien ha vencido a los fracasos y que ha pasado jugando de a gratis porque dona su quincena a causas sociales y que el año pasado, logró el título precisamente con los que se va enfrentar; es hijo de Howie Long leyenda de la NFL quién trabaja como comentarista de la cadena Fox en Estados Unidos y que ganó el Súper Tazón XVIII con los Malosos.
¡Que empiece el espectáculo!
