EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Cucarachas, ratas y piojos

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Fue una oportunidad, una situación. Un carnal se convierte en padre de una niña luego de haber emigrado al viejo continente 16 años atrás. Ante el advenimiento de la primogénita del hermano migrante, su hermana que siempre había tenido simpatía por él quiere ir a conocer a la sobrina.

Al igual que la hermana, la madre del novel padre obviamente quiere conocer a la nieta y para ello hay que viajar de Torreón a Barcelona.

Se hacen entonces los preparativos, se busca la manera. La madre y la hermana -quien a su vez en madre de tres niños varones todos- buscan la forma y la encuentran, vía los kilómetros del club de recompensas que ofrece la línea aérea más grande de México.

Como el vuelo al corazón de Cataluña es a través de boletos redimidos, hay que esperar cuando haya, y esa fecha es justo en año nuevo. Además la hermana, tía de la nena recién nacida, tiene a su hijo menor de apenas tres años y decide llevárselo con ella. Los dos mayores se los encarga a su marido, con quien ha procreado a los tres infantes.

El viaje se realiza justo en el año nuevo de 2012. El destino es Barcelona como era obvio para conocer a la recién nacida, pero también los viajantes aprovechan para dar una vuelta a Roma. Así que una vez conocida a la bebé; la abuela, la madre y el hijo de tres años se despiden y se marchan a la capital italiana. Viaje bonito.

Como toda travesía de este tipo, se toman fotografías de muchos de los momentos allá vividos, y muchas de las imágenes el menor de tres años siempre sale con un gorro de estambre negro, con el cual se cubría de frío de enero europeo.

El viaje al viejo mundo concluyó sin sobresaltos y justo al regreso, la madre del menor comenta que el niño del gorro negro se rascaba insistentemente la cabeza. A los días, los hermanos del menor viajante también comenzaron a sentir comezón y eso derivó la inspección de sus cabezas. ¡Los tres hermanos tenían piojos! ¿Qué hacer ante ello? Aplicar un champú para la ocasión y con peine chino, remover los cadáveres de los parásitos. Inmediato remedio.

Toda esta historia viene a cuento por la queja emitida por Guadalupe Valdés Segura, directora de la Casa Hogar del DIF Torreón, quien señala que recibió el inmueble en condiciones deplorables.

Cocina deteriorada y en condiciones insalubre, infestada de cucarachas y ratones; sillones y colchones raídos; escusados con cuarteaduras remendadas o carentes de tapas y mobiliario maltratado. Además los infantes inquilinos muestran caras enojadas, tristes y deprimidos. Aunando a eso, las niñas que ahí residen están infestadas de piojos y liendres.

Leyendo así las cosas, este caso es uno más de los que la administración municipal entrante ha denunciado del estado de los inmuebles, incluyendo mucho mobiliario propiedad del ayuntamiento de Torreón, que la administración que salió entregó en pésimas condiciones. Apenas ayer el alcalde Zermeño mostraba a los medios el estado de 50 patrullas destartaladas que no fueron cuidadas por sus antecesores, dañando claramente el patrimonio de los torreoneses.

Qué bueno que estas nuevas autoridades municipales comuniquen y muestren que los que recién se fueron (sí el cuatrienio del hoy gobernador Miguel Riquelme y su sustituto José Luis Morán) dejaron hecho un asco y en su caso, saqueadas muchas dependencias, pero de ahí al lloriqueo de Valdés Segura de la Casa Hogar Dif de estar llena de blatodeos, ratas y ratones por un mes con tal de mostrar de lo que es evidente, el desastre y la rapiña de los últimos días de la administración de Morán, hay un trecho.

Igualmente, dejar que pasen días que las niñas albergadas en este inmueble continúen portando piojos en lugar de eliminarlos de un tajo tal como se puede, tampoco es lo más plausible, cuando quitárselos no toma más de una hora, no un mes.

Qué bueno que Guadalupe tenga como objetivo devolverles la paz y la esperanza a los desafortunados 28 menores que tienen que vivir en Casa Hogar Dif Torreón, tal como lo declaró a El SIGLO hace un par de días.

Igualmente, que bueno sería si la respuesta de Guillermo Covarrubias Castro, ex director del Sistema Dif Torreón, en lugar de una vaga defensa de que los señalamientos son de carácter político -como lo son- prefiriera otra salida, porque en general, la administración donde trabajó dejó las cosas de la chingada, que tampoco se haga.

Política revuelta con todo, por desgracia. En el fondo, lo que no hay derecho que es menores padezcan la bajeza con la que el quehacer público partidista, acaba con todo. Aunque con ello tenga que vivir niños con cucarachas, ratas y piojos.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: NO HAGAS COSAS BUENAS...

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1428943

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx