Cuentan que a Tony Blair, siendo primer ministro en Inglaterra, le preguntó un periodista cuáles serían sus primeras tres acciones como funcionario público para mejorar al estado y dicen que su respuesta fue: educar, educar, educar.
Hoy día, para nadie es desconocido el dicho: " es sólo a través de la educación como se puede cambiar a un país", la aseveración anterior, general y aceptada, es lo que hace de vital urgencia asegurar la calidad académica, si acaso se quiere -de verdad- llegar a vencer a nuestros azotes: la pobreza, corrupción, impunidad y todos los otros males que nos aquejan.
La triste realidad Usted la conoce: un sistema político que ha secuestrado a la educación con fines de continuidad en el poder público, con acceso a los dineros para beneficio partidista y enriquecimiento de sus líderes.
La educación de calidad debe cubrir, no sólo la excelencia de la enseñanza, también la investigación y la promoción de la cultura; y para el caso, aunque en La Laguna contamos con una cantidad exagerada de instituciones educativas, casi ninguna atiende a esas tres esferas. Una que sí lo hace -aunque limitadamente- es la Universidad Autonóma de Coahuila.
También en la realidad del "Alma Mater" del Estado, se presentan diferencias de atención y presupuesto entre las distintas unidades, siendo la de Saltillo permanentemente privilegiada, quizá por tener rectores de Saltillo y según apreciación generalizada en la región, tratando de mantener la calma y disminuír fuerza a los laguneros.
En la historia de la UAdeC, han existido varios intentos por nombrar un rector originario de la región, todos frustados por la "grilla" universitaria centralista; en el 2004, Rafael Argüello, entonces coordinador general de Estudios de Posgrado e Investigación, pretendió competir contra Ochoa Galindo y curiosamente dejó el puesto, eliminándose toda competencia para el candidato del entonces gobernador, quién "señaló el camino conveniente" -realidad tristemente conocida-.
Muy interesante es el currículun vitae de Salvador Hernández Vélez, empezando por ser un graduado del ITRL, otra instituciòn de calidad nacional.
Desde entonces, ha ocupado puestos académicos administrativos en la UAdeC, sobresaliendo su coordinación en Torreón, de 1988 a 1990, consejero de la Facultad de Contaduría y Administración, Ingeniería Civil, Economía y Mercadotecnia y profesor en diferentes momentos.
En mi opinión, el perfil de un rector universitario debe incluir, ante todo, la preparación profesional para el puesto -casi nunca se da- y luego mostrar sobradas capacidades de liderazgo, conocimiento de las ciencias de la educación, un perfil humanista marcado y experiencia en todos los campos escolares-administrativos, deportivos-culturales y de investigación.
Desde luego incluya una cultura por encima del promedio y, particularmente, la inmersión constante en las corrientes educativas, contrastadas contra las necesidades de su comunidad. Condiciones imprescindibles.
Más allá del ¿dedazo? de Riquelme, Hernández Vélez llena los requerimientos para el puesto y habrá que reconocer que en su candidatura aparecen nuevas esperanzas de igualdad para la educación de la región.
Una universidad del estado que sea fuerte académicamente -incluya el control de politicos y politiqueros- estimulará al resto de las instituciones educativas, obligándolas a las muchas privadas -formales y "patitos"- a esforzarse por mejorar en sus servicios académicos y eso nos conviene a todos.
El Estado y la UAdeC tienen cuentas pendientes con la región Lagunera, entre otras: el apoyo económico para fortaleder su calidad en la enseñanza -más recursos para programas de formación docente-, apoyar con mayor decisión los proyectos de investigación en todos los campos -la Facultad de Medicina es un buen ejemplo- y promover un mayor acercamiento con su comunidad, a través de una extensión universitaria eficiente y eficaz. Se que Usted estará pensando en incluír su nuevo campus universitario, importante, siempre y cuando cuente con servicios adecuados de transporte y hasta alimentación para los estudiantes de menos recursos económicos.
Entiendo los antecedentes que en política tiene en sus haberes Hernández Vélez y los compromisos de grupo de los que deberá desmarcarse, cosa difícil, pero muy importante, si es que quiere aprovechar la gran plataforma política -que debe entenderse de servicio- para lograr ganarse un lugar de reconocimiento y trascendencia en la educación regional y nacional.
El nuevo rector conoce de sobre aquello de "siempre sumar y nunca restar; buscar multiplicar y no dividir" y la UAdeC tiene una formidable responsabilidad con la educación del estado y de la región Lagunera.
Estemos muy atentos al desempeño del primer rector lagunero y démosle el voto de confianza que necesita para enfrentar la pesada labor que le espera; También de las contracorrientes de aquellos que pudieran quedar alejados del control de nuestra casa de estudios.
Confío en que vengan mejores tiempos para todos, incluyendo a La Laguna y que la UadeC sea el motor de la superación en calidad académica regional, puesto que le corresponde en grave responsabilidad. ¿Qué piensa?
