La dulce alternativa

El xilitol es un alcohol de azúcar obtenido del abedul o de una fibra vegetal llamada xilano. Es estable a altas temperaturas y se carameliza después de un calentamiento de varios minutos. Se utiliza, principalmente, para sustituir el azúcar refinado.

La nutrióloga Marta Cecilia Castillo asegura que una cucharadita contiene apenas 10 calorías y solo cuatro gramos de carbohidratos.

“A diferencia del azúcar, el xilitol no se convierte en grasa fácilmente. Además, su composición química evita que se desarrolle ácido en la boca, principal causa de la caries dental”, dice Castillo.

La nutrióloga explica que el índice glucémico (IG) (medida de la rapidez con la que un alimento puede elevar el nivel de azúcar o glucosa en la sangre) del xilitol es de siete en comparación con el del azúcar común que es de 70. El azúcar de Caña tiene un IG de 68, los siropes naturales tienen un IG de 65, la miel de abeja un IG de 60, la fructuosa un IG de 19 y la Stevia de 0.

“Hasta ahora no se conoce ninguna toxicidad del xilitol en humanos, pero como todo un consumo excesivo de esto puede tener algunos efectos laxantes”, explica la nutrióloga.

Se le llama “azúcar curadora” porque se aplica en la medicina”, ¿por qué? Sencillo: no es un azúcar que se fermenta y la bacteria oral no lo puede convertir en ácido. Evita además la formación de placa y estimula la salivación, lo cual ayuda a mejorar la absorción mineral para reparar el esmalte dental fortaleciendo los dientes.

“El xilitol ayuda a evitar el mal aliento y las úlceras. Inclusive, hay estudios que indican que previene el cáncer de estómago mediante la reducción del crecimiento de candida albicans (una candidiasis grave), y otras bacterias dañinas como H. pylori”, dice la especialista.

En medicina es usado para evitar el crecimiento de determinadas bacterias porque ingerirlo en pequeñas cantidades ayuda a aumentar la actividad de glóbulos blancos, los cuales combaten las infecciones bacterianas, ayudan a mejorar la inmunidad, protegen contra enfermedades crónicas degenerativas y tienen beneficios antienvejecimiento.

Cuando es consumido regularmente por las madres lactantes, ayuda a reducir hasta en un 80 por ciento la transmisión de Streptococus mutans (una bacteria oral que provoca caries) en niños en los primeros dos años de vida.

¿Hay efectos secundarios?

La nutrióloga advierte que si se abusa del Xilitol, es decir, si se excede de los 50 gramos diarios se pueden presentar molestias de estómago y diarrea. Podría haber náuseas, gases, cólicos, aumento de los movimientos intestinales y distensión abdominal.

“Es preferible mantener un consumo por debajo de los 50 gramos, una cucharada tiene 20 gramos aunque dependerá la proporción de la cuchara”, dice la especialista.

Algunas personas, como en todo, podrían ser alérgicas y los síntomas podrían ir desde urticaria hasta vómitos o debilidad; por lo que es importante observar si hay alguna reacción.

Otros usos que tiene el Xilitol es en spray nasal pues ayuda a reducir la incidencia de sinusitis, asma y alergias. También ayuda a reducir la cantidad de bacteria dañina que pudiera encontrarse en las células de la nariz.

Además, hay estudios que sugieren que el xilitol puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar quistes ováricos, el síndrome de ovario poliquístico (un padecimiento que detiene o entorpece el ciclo de ovulación), fibromas, endometriosis, síndrome premenstrual, y posiblemente cáncer de mamas.