Torreón, Coah.- Una sociedad más participativa y democrática será más vigilante del desempeño de las instituciones sociales, entre las que se encuentran las de educación superior; la rendición pública de cuentas de éstas, es una exigencia de los nuevos actores sociales más informados y mejor formados.
Eliseo Medina Elizondo, director de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C), declaró lo anterior y destacó la importancia del manejo transparente de recursos en todas y cada una de las instituciones, pero también del servicio profesional que brindan a la sociedad.
La información pública y transparente sobre los procesos y resultados educativos de las instituciones de educación superior –que implica procesos de evaluación y de acreditación social de programas académicos--, son asuntos de suma relevancia en los procesos de cambio de nuestra sociedad, señaló Medina Elizondo.
En la última década, recordó, se han dado cambios importantes en este campo; desde la conformación de la Comisión Nacional de Evaluación de la Educación Superior en 1989 y el impulso a la formación de un sistema nacional de evaluación, se han establecido organismos, procesos y mecanismos en materia de evaluación y acreditación de programas académicos e instituciones.
En este campo, la FCA ha sido promotora de la cultura de evaluación y ha logrado importantes acuerdos con la Secretaría de Educación Pública (SEP), que han incidido en diversos procesos de transformación de las instituciones educativas.
Sin embargo, reconoció que aun se tienen insuficiencias en este terreno, existe la necesidad de impulsar una política nacional que permita consolidar el sistema nacional de evaluación y acreditación de la educación superior con la participación de todos los actores involucrados, que fortalezca y articule los diferentes organismos con responsabilidades en materia de evaluación, acreditación y certificación.
Evaluación interna y externa
El director de la Facultad de Contaduría dijo por otra parte que el papel de las instituciones en estos programas de evaluación es de suma importancia; sin embargo dada la complejidad técnica de las acciones de evaluación y de que además del componente interno –autoevaluación--, haya uno externo que valide y legitime al primero, se hace necesario que lo relativo a la evaluación se maneje a un nivel superior al institucional.
La evaluación puede estar a cargo del estado, pero también en organismos independientes e intermedios entre las instituciones de educación superior y los poderes públicos, medidas que deben adoptarse en una sociedad cuyos objetivos están bien fijados en el desarrollo positivo de la región, concluyó.
