Miguel Herrera, entrenador de las Águilas del América, prefirió no caer en las provocaciones del rival.(Jam Media)
Una rivalidad deportiva y no un conflicto personal... Miguel Herrera no quiso caer en el juego de Nicolás Castillo, quien en sus redes sociales aseguró que se espera una guerra este domingo cuando Pumas reciba a América en la cancha del estadio Olímpico Universitario.
"El Piojo" lamentó que mientras ambas directivas han trabajado para erradicar la violencia, un comentario como el que hizo el chileno podría afectar a ambos equipos, tras la decisión que tomaron los mandos azulcremas de que América llegue en camión al inmueble y no en camionetas blindadas como sucedió en torneos pasados.
"Las declaraciones de Nico están fuera de tono, porque no es una guerra, es una rivalidad deportiva, no pasa de eso y nos da gusto que las aficiones lo hayan entendido, felicitar a las dos aficiones", dijo el estratega.
Reveló que la decisión de arribar al Olímpico Universitario en camión se debe a que los seguidores han tenido un buen comportamiento en las más recientes visitas de las Águilas a CU, además se les prometió que se les brindará seguridad durante el trayecto.
"Es una gran medida me parece que las dos aficiones se han portado a la altura, eso es muy bueno, más allá de los resultados han sido conscientes de los que queremos y por eso regresamos así", dijo.
Herrera aprovechó para señalar que Castillo, quien actualmente comparte el liderato de goleo con Djaniny Tavares, no le quita el sueño...
"¿Me veo con ojeras?", cuestionó el estratega en tono sarcástico cuando se le recordó el potencial del sudamericano.
Informó que el colombiano Andrés Ibargüen estará en la banca y podría debutar, mientras que el francés Jérèmy Ménez no fue convocado y también quedaron descartados Silvio Romero, William da Silva y Paul Aguilar.
