El instrumento de ratificación fue entregado a funcionarios de la ONU por el subsecretario para asuntos multilaterales y derechos humanos de México, Miguel Ruiz Cabañas, en una sencilla ceremonia protocolaria en el edificio del secretariado de este organismo internacional, en Nueva York. (ARCHIVO)
México se convirtió en el primer país en acudir a la sede de la ONU a depositar el instrumento de ratificación del histórico Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), que fuera aprobado por la comunidad internacional en julio pasado.
El instrumento de ratificación fue entregado a funcionarios de la ONU por el subsecretario para asuntos multilaterales y derechos humanos de México, Miguel Ruiz Cabañas, en una sencilla ceremonia protocolaria en el edificio del secretariado de este organismo internacional, en Nueva York.
La ratificación sucede luego de que en noviembre pasado el Senado de México aprobara por unanimidad este acuerdo, que había sido firmado en septiembre pasado por 122 países miembros de la ONU, tres de los cuales ese mismo día lo ratificaron.
“Este es uno de los actos más significativos de la diplomacia mexicana en los últimos años. Es un acto político sumamente relevante que hemos hecho a nombre del gobierno de la República con el apoyo unánime del Senado mexicano”, expresó Ruiz Cabañas.
En entrevista con Notimex tras la ratificación, el funcionario destacó que el acto cristaliza varias décadas de activismo por la desnuclearización en el mundo, desde que la década de 1960 el país impulsara el Tratado de Tlatelolco, que proscribió las armas nucleares en América Latina y el Caribe.
En ese espíritu, México fue el principal impulsor (junto con Austria, Sudáfrica, Irlanda y Brasil) del TPAN, que requiere ser ratificado por 50 países para que entre en vigor. Hasta el momento, Guyana, Tailandia y la Santa Sede también lo han ratificado.
Desde la sociedad civil, este acuerdo fue promovido por Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), organismo que por ello fue acreedor al Premio Nobel de la Paz 2017.
“México se ha identificado con esta causa a favor de la paz y la estabilidad internacional. Hemos participado en la proscripción de todas las armas de destrucción masiva, sólo nos faltaba esta. De manera que este momento es muy significativo para nuestro país”, precisó Ruiz Cabañas.
EL TPAN, el primero que haría ilegal la fabricación, posesión y uso de esta clase de armas atómicas, busca quitar legitimidad y prestigio a un arsenal que tiene el poder de causar daños humanitarios y ambientales irreversibles en el planeta.
“Vemos este tratado como los cimientos que algún día nos llevarán a la total eliminación de las armas nucleares, cuando sus poseedores acepten que puede haber un accidente catastrófico y que estos arsenales solo aumentan las tensiones y la competencia”, declaró el funcionario.
Subrayó que los ensayos balísticos y nucleares recientes de parte de Corea del Norte, único país que ha realizado pruebas atómicas en el siglo XXI, demuestran la urgencia de proscribir estos armamentos.
“Puedo decir que hace cinco años hubiera sonado increíble si alguien hubiera dicho que la ONU aprobaría un tratado para prohibir por completo las armas nucleares. Hoy es una realidad que se aprobó y esperamos que pronto se junten todas las ratificaciones necesarias”, declaró Ruiz Cabañas.
El funcionario aseguró que México continuará con su activismo para que países de la región, así como los 122 naciones que ya lo firmaron, ahora ratifiquen el TPAN. La intención, puntualizó, es que este acuerdo entre cuanto antes en vigor.
“Son 130 millones de mexicanos los que están convencidos de este tema, y no solo ahora sino a lo largo del tiempo, desde la década de 1940. Eso se reflejó porque en el Senado, donde siempre hay voces disidentes, para este tema el apoyo fue unánime”, enfatizó Ruiz Cabañas.
