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Durango; sus mujeres y sus hombres (III)

RAUL MÚÑOZ DE LEÓN

Continuamos en este Enfoque la tarea que nos propusimos de hacer referencia a los hombres y mujeres que han dado brillo y realce a Durango en los diferentes campos del quehacer humano, y que representan orgullo y satisfacción para esta tierra generosa y noble.

CLAUDIA ANGÉLICA MACHUCA

Orgullosos, felices y contentos deben sentirse el señor Sergio Machuca y su esposa María del Socorro Toscano al haber procreado a una niña que con el tiempo sería una excelente pianista: Claudia Angélica. Ciertamente, y no creo exagerarpocos casos tan extraordinarios como éste. Nacida en Gómez Palacio, Durango Claudia Angélica Machuca Toscano, desde muy pequeña demostró su vocación por el piano y definió, pese a su corta edad, cuál sería su vida futura. Consagrada artista es genuinamente un motivo de orgullo para la ciudad que la vio nacer.

Se inicia en el arte pianístico desde los siete años de edad, tomando clases con la maestra Julia Martínez González. Claudia Angélica llega a la Casa de la Cultura, dirigida entonces por doña Ernestina Gamboa Almeida, que le proporciona apoyo e impulso para fortalecer su educación musical, y quien le presenta al reconocido pianista Emilio Novelo; por medio de éste conoce a la afamada pianista Luz María Puente, y desde entonces fue su tutora.

Ingresa a la Escuela Superior de Música de la Universidad Juárez del Estado de Durango, tomando clases con el profesor Abraham Viggers. En 1977 continúa sus estudios en el Conservatorio Nacional de Música en la Ciudad de México, cuando tenía 12 años de edad.

En 1985 gana el Premio Nacional de la Juventud, que le dio oportunidad de viajar a Aix-en-Provence, Francia para estudiar en el Conservatorio Darius Mulhaid con el maestro Bernard Flavigny, ganando la Medalla de Oro en las clases de piano y acompañamiento.

Su estadía en Francia la aprovechó para seguir estudiando, habiendo recibido los premios de la Escuela Nacional de Música de Paris, estudiando con los maestros Jacques Rouvier, Victoria Melky y Antonio Ruis-Pipo.

Obtuvo el Primer Lugar en el Concurso Mozart de la Ciudad de México.

Mucho más pudiera decirse y escribirse de Claudia Angélica, pues larga y destacada es su trayectoria, pero lo expuesto es suficiente para declarar que la eximia artista es una mujer grande de Durango.

JESÚS MENA CAMPOS

Es muy frecuente y común que cuando se habla de Jesús Mena Campos, se le relacione con los juegos olímpicos de Seúl, como si esto fuese el único mérito del clavadista mexicano. Nació en Gómez Palacio, Durango el 28 de mayo de 1968. Ciertamente obtuvo Medalla de Bronce en la XXIV Olimpiada celebrada en Seúl, Corea en 1988, en evento de plataforma de 10 metros; 7º lugar en trampolín de 3 metros. Estos dos logros serían suficientes para reconocer la calidad deportiva de este gomezpalatino.

Sin embargo, hay que decir que para llegar a esta etapa y conseguir lo que consiguió, hay una larga y productiva trayectoria en su vida: campeón nacional en trampolín y subcampeón en plataforma; 2º lugar en plataforma y 9º en trampolín en la Fase Can-Am-Mex, y en la Fase México, 1º en plataforma y 2º en trampolín. En el Mundial de Clavados de Madrid, España, 2º en trampolín y 14º en plataforma.

En 1986 recibe el Premio Luchador Olmeca concedido por la CODEME, y el CREA le otorga el Premio Francisco J, Mújica por mejor clavadista del año. Fueron 12 años de competencias y triunfos: campeón nacional en 23 ocasiones y 7 subcampeonatos; 6 títulos del Can-Am-Mex y 12 subcampeonatos; 5 primeros lugares y 5 segundos, en los campeonatos centroamericanos y del caribe; tres títulos en mundiales infantiles y juveniles, y tres subtítulos. Su última participación fue en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992.

En diciembre de 2012 es designado Director General de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), cargo en el que estuvo hasta abril del 2015, teniendo que renunciar a la Dirección General del Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte, que desempeñaba hasta ese entonces.

Una auténtica gloria deportiva es Jesús Mena Campos, orgullosamente duranguense de Gómez Palacio.

JESÚS MENA SAUCEDO

Heredero de una tradición musical familiar que abarca por lo menos cuatro generaciones, tradición de elevada calidad que inicia con José María Mena Hernández, sigue con Jesús Mena Vázquez, continúa con Guillermo Mena Salcido, y éste la trasmite a su hijo Jesús Mena Saucedo, depositario de los valores musicales cultivados por sus antecesores.

Jesús Mena Saucedo nace en la Ciudad de Gómez Palacio el día 8 de febrero de 1939; sus estudios de primaria y segunda enseñanza los realiza en el Instituto Francés de la Laguna, en donde simultáneamente estudia composición musical en violín y piano.

Es licenciado en Derecho por la Universidad Juárez del Estado de Durango, en la que también realiza un Postgrado en la Facultad de Contaduría y Administración de la propia UJED. Dos vocaciones perfectamente definidas tuvo Chuy Mena desde su juventud: la música y el derecho; y en ambas destacó de manera sobresaliente.

Ha desempeñado los cargos de Secretario del Ayuntamiento del Municipio de Durango; Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado y primer Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, cuando esta fue creada en 1992. Tuve oportunidad de tratarlo y trabajar con él cuando fue asesor del proceso legislativo del Congreso del Estado, en el período 1989-1992. En el ámbito estrictamente musical, se caracteriza por ser un compositor clásico y romántico. Aportó sus composiciones al Espectáculo Multidisciplinario de canto, danza y poesía “Kicham”, cuya directora es la maestra Elia María Morelos.

Suites, valses, romanzas, sonatas, boleros y corridos integran el amplio y rico acervo musical de este compositor, destacando los valses María Guadalupe, Teresa, Magdalena, Victoria, Evocación Sublime, Capricho y Variaciones sobre el tema Nocturno de la Monja de Catedral.

NÉSTOR MESTA CHAIRES

Nació en Ciudad Lerdo, Durango el 26 de febrero de 1908. Desde niño mostró su afición por el canto. Gustaba de escuchar a cantantes de ópera y quería imitarlos.

A la edad de 17 años fue becado para ingresar al Conservatorio Nacional de Música de la Ciudad de México, y se graduó en 1930. Debutó como solista del Conservatorio con un recital en 1929 en el Teatro Bolívar. En la XEB debutó al grabar acompañado al piano por Jorge del Moral, de quien llegó a ser su mejor intérprete. María Greever llegó a decir que Mesta era su intérprete ideal; tuvo la satisfacción de que Rafael Hernández compusiera canciones especialmente para él.

Viajó a Argentina y allí estudió las canciones populares del gran compositor español Manuel de Falla. Su primera gira internacional fue a Cuba en 1933, cosechando grandes éxitos. Grabó, en 1934, su primer disco en México para la firma Peerles, con “Morena” de Jorge del Moral y “Rocío” de Alfonso Esparza Oteo.

Una anécdota sobre este gran tenor lerdense es la siguiente: “Actuando en el “Follies”, Teatro de Variedades, donde la estrella del espectáculo era Mario Moreno “Cantinflas”, el público le hizo repetir la misma canción hasta por ocho veces seguidas, lo cual molestó al empresario y al propio cómico, quien consideró que salir al escenario después del tenor era inconveniente, por lo que en una ocasión repitiendo varias veces “Estrellita” de Manuel M. Ponce, el consentido comediante canceló la actuación del gran cantante”. Esto fue en 1942.

André Kostelanetz, Director de la Orquesta Sinfónica de México, hizo diligencias para su debut ante los micrófonos de la CBS y la aceptación del público fue tanta que más tarde fue contratado por la NBC para una actuación de más de tres años en las dos radiodifusoras más importantes de New York.

En 1945 ofreció un apoteósico recital en el Town Hall de New York y otro en el Carnegie Hall de la misma Ciudad, acompañado por la Orquesta Filarmónica de New York bajo la batuta de Alfredo Antonini. La Orquesta Sinfónica de Montreal lo acompañó en su presentación en Canadá, en 1946. Las canciones de Agustín Lara alcanzaron en la voz y temperamento de Mesta Cháires la categoría de arte, de manera especial los pasodobles, por cuya interpretación le adjudicaron el apelativo de “El Gitano de México”. Realizó giras por todo el territorio norteamericano, Canadá, América Latina, e inclusive a países tan alejados del sensualismo como Holanda, Noruega, Suecia y Finlandia. En La Voz Dominicana, 1951, cantó en la Semana Aniversaria de la radiodifusora al lado de Chabela Durán, Tito Guízar, Fernando Fernández y Toña la Negra, entre otros. En 1955, participó junto a María Antonieta Pons, María Luisa Landín, María Elena Marqués, Amalia Mendoza, Nicolás Urcelay, Luis Aguilar, Luis Alcaraz y su Orquesta, Flor Silvestre y Fernando Fernández.

En 1955 el tenor regaló a su madre un automóvil con motivo del Día de las Madres, y pocos días después la señora falleció en un accidente carretero cuando viajaban ambos a Celaya a visitar a un hermano del cantante. Este suceso lo impactó tanto que no volvió a ser el mismo.

Tenor de tono ligero, Néstor Mesta Cháires fue amo del escenario, envolviendo al público en un éxtasis absoluto. Falleció el 29 de junio de 1971. (Documentos Sonoros de la Biblioteca de Voces del Siglo XX).

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