-Un verdadero dolor de cabeza.
-¿Te refieres acaso a las maltrechas carreteras y calles de La Laguna de Durango?
-No... aunque eso también es un dolor de cabeza.
-¿Entonces?
-A las pintas.
-Mmmm. Bueno, claro, si te tomas muchas de esas, al día siguiente te da resaca.
-No hablo de la cerveza.
-¿Ah, no? ¿De qué hablas, pues?
-De las pintas en las bardas que están lejos de ser formas de arte urbano. Administraciones municipales van y vienen sin que hasta el momento se haya logrado tener un adecuado control del grafiti, principalmente en la zona Centro y las colonias de Gómez Palacio, donde la imagen urbana e incluso algunos de los principales accesos a la ciudad se sigue viendo mermada por dicha práctica más cercana al vandalismo que a una expresión cultural.
-Claro, nada que ver con los murales urbanos de otras ciudades en donde sí se permite en ciertos espacios dichas manifestaciones. Te entiendo.
-Esta semana se dio a conocer la integración de un nuevo comité por parte de dependencias municipales que a partir de ya deberán encargarse de generar acciones y programas mediante los cuales se pueda combatir esta práctica, por todos los daños y perjuicios que genera en las construcciones, tanto de uso público como privadas.
-Sé de varios casos de comerciantes que ya hasta tienen presupuestado un monto para pintar sus fachadas cada mes porque los traen asoleados.
-Y es que en la pasada administración también se promovieron medidas a través de las cuales, incluso, se sancionaba a los responsables mediante la reparación de los daños que ocasionaban, y en cuyas labores también se involucraba a los padres de familia cuando se trataba de menores de edad.
-Pues eso está muy bien, que quien causa daño que lo pague.
-En esta ocasión, dicen, se busca establecer acciones para atraer a los jóvenes que inciden en esa práctica y canalizarlos a espacios donde puedan manifestar adecuadamente sus ideas y expresiones.
-Pero que hagan cosas "chidas", porque varios de ellos sólo rayan por rayar.
-La ciudadanía espera, sin embargo, que a la par de esta labor se apliquen los reglamentos correspondientes y se vuelvan a aplicar sanciones contra quienes ocasionen daños mediante dicha práctica.
-No estaría mal.
-Fíjate que en Lerdo, alguien anda muy triste.
-¿La alcaldesa María Luis González Achem? ¿Acaso no va para diputada?
-Achis, no. Ese chisme no me lo sé.
-¿Cuál chisme sí te sabes, entonces?
-El del director de Cultura del ayuntamiento de Lerdo, Othon Reuter, de quien se dice que está muy triste.
-¿Porqué no le tocó hueso?
-No. Por la reducción considerable del presupuesto del lerdantino para este 2018.
-¿Cómo? De por sí no había mucho qué ver.
-No, pero no creas que anda triste porque se vayan a reducir los espectáculos culturales.
-¿Ah, no? ¿Y luego?
-Dicen que está triste porque no va a poder cambiar de coche como lo hizo con el año pasado después del festival.
-Uy, qué intrigoso eres.
-No, para nada. Allá en Ciudad Jardín se dice que en el Lerdantino anterior le fue bien a la familia Reuter, pues aseguran que esa costumbre de diezmar a los encargados de producción y a los managers de los artistas no se le ha quitado.
-Bien lo dijo Rosario Castro cuando este funcionario tomó protesta: "es muy buen elemento, sólo hay que cuidarle las manos".
-Palabras aplicables a varios, no sólo al susodicho.