La reforma constitucional de noviembre del 2007 normó por primera ocasión la duración de los procesos de selección interna de los partidos políticos y estableció como tiempo máximo para las campañas electorales en la elección presidencial, de 90 días, pretendiendo acotar la duración de las mismas a sólo tres meses, sin embargo, como muchas otras disposiciones constitucionales en los hechos son letra muerta, pues en los hechos las campañas presidenciales en México duran, al menos, 7 meses.
En los tiempos del priiato era común que los destapes se realizarán en los meses de octubre o noviembre del año previo a la elección y desde ese mismo momento, el ungido empezaba a recorrer la República Mexicana, simplemente para cumplir el formalismo y reunirse con los grupos políticos y económicos locales en cada una de las entidades. Así las campañas electorales en términos generales duraban entre 9 y 8 meses.
Vicente Fox, aunque había anunciado su intención de ser candidato a la Presidencia de la República desde 1997, renunció a la gubernatura de Guanajuato hasta el 4 de agosto de 1999 y fue postulado por el PAN, como su candidato el 14 de noviembre de ese mismo año. Por su parte, Francisco Labastida, ganó las elecciones internas de su partido celebradas el 7 de noviembre del mismo año. Y, Cuauhtémoc Cárdenas, postulado por una alianza encabezada por el PRD, renunció como Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, el 28 de septiembre de 1999.
En la sucesión del 2006, tanto PRI como PAN, realizaron elecciones internas para elegir a sus respectivos candidatos, la del PAN se desarrolló en tres etapas, donde la primera se celebró el 11 de septiembre de 2005 y la tercera, el 23 de octubre; en el caso del PRI, Roberto Madrazo, quien finalmente fue el candidato presidencial, renunció a la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional de su partido, para participar en la contienda interna que se celebró el 13 de noviembre de ese año. Andrés Manuel López Obrador, el candidato de la coalición encabezada por el PRD, inició su precampaña el 11 de agosto de 2005.
Las contiendas internas para la elección del 2012 ya se realizaron con las actuales disposiciones constitucionales y legales y, por lo tanto, formalmente los procesos de selección interna iniciaron en noviembre del 2011. En esa elección también empezó la simulación de las supuestas contiendas al interior de los partidos, pues salvo el PAN, que sí realizó una elección con la participación de varios candidatos, del que finalmente resultó triunfadora Josefina Vázquez Mota, en una votación desarrollada el 5 de febrero de 2012; PRI y PRD tuvieron precandidato único.
Para este proceso electoral la simulación se extendió a las tres principales fuerzas políticas en la contienda: PRI-PVEM-Panal; PAN-PRD-MC; y Morena-PT-PES, ya que en todas existe una precandidatura única y los respectivos contendientes en realidad ya están en plena campaña electoral.
La coalición priista, todavía tiene pendiente el nombre con el que participará, ya que intentaba colocar el apellido de su candidato presidencial y el Consejo General del Instituto Nacional Electoral se los rechazó, pero ya saben que su candidato será José Antonio Meade; en el caso de la coalición encabezada por el PAN, denominada Por México al Frente, el candidato será Ricardo Anaya, ex presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN y quien construyó la alianza precisamente para hacerse de la candidatura; y finalmente, la denominada Juntos haremos historia, encabezada por Morena, el candidato único es Andrés Manuel López Obrador.
Los tres ya están en plena campaña electoral, recorriendo el país e inundando los medios electrónicos de comunicación con promocionales en los que ellos son los principales protagonistas y se dirigen al electorado en general; pero cumplen el requisito formal de colocar al final la leyenda "mensaje dirigido a los militantes del…" e incluyen el nombre del partido político en el que militan.
De acuerdo al calendario electoral oficial los procesos de selección interna se deben desarrollar entre el 14 de diciembre del 2017 y el 11 de febrero de este año; entre el 12 de febrero y el 29 de marzo de este año, debe haber una tregua propagandística y de presencia pública de los entonces ya oficialmente candidatos de sus fuerzas políticas; y del 30 de marzo al 17 de junio, se desarrollarán las campañas electorales para celebrar la jornada electoral el 1 de julio de 2018.
En los hechos no hay contienda interna en ninguna de las tres fuerzas que contenderán y los tres ya están en plena campaña; todavía no es muy claro como lograrán burlar la tregua del 12 de febrero al 29 de marzo, es decir, mes y medio en el que jurídicamente no deberían aparecer en los promocionales de sus respectivas fuerzas y estos únicamente deberían hacer propaganda genérica, es decir, mensajes de posicionamiento de los partidos, no de los candidatos, sin embargo, es un hecho que buscarán la forma de hacerlo y mantenerse presentes en la opinión pública.
Así en los hechos las campañas electorales serán de 7 meses e iniciaron ya abierta y descaradamente el pasado mes de diciembre; todavía en el 2011, las fuerzas políticas con candidaturas únicas tuvieron que esforzarse para burlar las disposiciones jurídicas, pero en este 2017, ya no hubo necesidad de ello, dado que todos están en las mismas circunstancias. Otra norma de papel, pues es claro que ninguno la respeta, que habrá que reformar, particularmente porque su incumplimiento alimenta, todavía más, el descrédito de las autoridades electorales.
