El portavoz del Ministerio de Interior, Nasrat Rahimi, cifró en tres el número de insurgentes involucrados en la acción y confirmó que todos ellos han muerto. (EFE)
Las fuerzas de seguridad afganas han matado a los tres insurgentes que hoy lanzaron un ataque contra un centro de entrenamiento de la principal agencia de inteligencia afgana en Kabul, tras cerca de cinco horas de enfrentamientos, informaron fuentes oficiales.
"No tenemos ninguna baja entre los civiles y las fuerzas de seguridad. (...) Su plan de acceder al recinto del Directorio Nacional de Seguridad (NDS, en inglés) fue frustrado por las fuerzas de seguridad y fallaron en su intento", dijo el portavoz de la Policía capitalina, Basir Mujahid.
Según la fuente, los insurgentes trataron esta mañana de lanzar un ataque directo contra un edificio del NDS, pero las tropas les cortaron el paso y los asaltantes se atrincheraron en un edificio contiguo, donde "enseguida" fueron rodeados.
El ataque acabó sobre las 15:00 hora local (10:30 GMT), casi cinco horas después de comenzar, si bien las operaciones de despeje continuaron durante otra hora hasta que el lugar quedó limpio de balas y otros remanentes de la batalla.
Los atacantes llevaban consigo un vehículo cargado de explosivos, que las fuerzas hicieron detonar de forma controlada durante la operación, añadió Mujahid.
El portavoz del Ministerio de Interior, Nasrat Rahimi, cifró en tres el número de insurgentes involucrados en la acción y confirmó que todos ellos han muerto.
De acuerdo con Rahimi, dos miembros de las fuerzas de seguridad sufrieron heridas leves durante el ataque.
El ataque ha sido reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), según un mensaje de la agencia Amaq, vinculada a los terroristas, en la que aseguraron que dos combatientes participaron en la acción.
La capital afgana ha sido objetivo este año de graves ataques insurgentes.
Hace un mes, al menos 17 personas, entre ellas 8 policías, murieron y 18 resultaron heridas en un ataque suicida en la entrada de un hotel en el noroeste de Kabul.
Además, a finales del pasado mayo se produjo en la capital afgana el peor atentado en el país desde 2001, con el ataque con un camión cargado de explosivos que dejó 150 muertos y más de 300 heridos.
Desde el fin de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015, Kabul ha ido perdiendo terreno ante los insurgentes hasta controlar apenas un 57 % del país, según el inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de Estados Unidos.
