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Ni con villancicos

JORGE ZEPEDA PATTERSON

Espero que su aguinaldo haya sido copioso, sus posadas aún más copiosas o la expectativa de un buen regalo navideño endulce su semana. Algo que compense la andanada de infamias que la vida pública atizó a los mexicanos durante los últimos días. En materia de horas la clase política asestó una puñalada tras otra como si quisiera confirmarnos, de una vez por todas, que con ella no hay manera de contar. Y para demostrarlo:

1.- Los escándalos de Odebrecht alcanzaron ya al presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski; su congreso decidirá el próximo jueves si es o no destituido por "incapacidad moral" debido a sus turbios vínculos con la constructora brasileña. En México, en cambio, se ha mostrado hasta la saciedad las relaciones (y depósitos) que recibió Emilio Lozoya durante la campaña presidencial de hace seis años y luego como titular de Pemex, pero el proceso sigue empantanado. Más aún, el primer fiscal que se atrevió a acusarlo, el de delitos electorales, fue corrido ignominiosamente. Por cierto, resulta interesante la figura "incapacidad moral" que contempla la constitución peruana. La aplicación de ese concepto en México dejaría discapacitados prácticamente a todos los funcionarios y legisladores. En nuestro país, ya se sabe, "Moral" es tan solo un árbol que da moras. Punto.

2.- Elba Esther Gordillo se va a su casa. Y ahora ni siquiera se toman la molestia para disfrazar lo que no ha sido más que una farsa: apenas unas horas después de que el Panal firmara una alianza para apoyar al candidato del PRI, José Antonio Meade, las autoridades concedieron el arraigo domiciliar a Elba Esther Gordillo, fundadora y mandamás en la sombra de ese partido. Resulta que siempre estuvo en una clínica de Polanco y ahora se irá a su casa a cambio de apoyar al PRI. ¿Así o más claro que el sistema de justicia es, cuando lo requiere, una extensión de los intereses políticos facciosos de la presidencia?

3.- El Senado aprobó la controvertida Ley de Seguridad Interior haciendo caso omiso de la ola de indignación que provocó en la opinión pública lo que ha sido visto como una legitimación de la intervención del ejército en la vida de los ciudadanos. La oficina de Derechos Humanos de la ONU, expertos y diversas organizaciones sociales habían hecho un llamado al Congreso mexicano para detener una ley que potencia la violación de los derechos civiles y ofrece, entre otras cosas, una cobertura legal a la instauración del Estado de sitio de manera unilateral por parte del Presidente y las fuerzas armadas.

4.- Con diferencia de días se consumaron dos alianzas electorales que constituyen una burla para los ciudadanos. El PAN y el PRD limaron asperezas y acordaron ir juntos en candidaturas para la presidencia, las gubernaturas y el congreso en los comicios del año que entra. Un maridaje forzado de dos partidos que en principio postulan una ideología contrastante. Conservadora por parte del PAN en asuntos relacionados con la intervención del Estado en la economía, la educación privada, el aborto y la homosexualidad, la familia; de izquierda por parte del PRD con posturas en principio diametralmente opuestas sobre los mismos temas. Pedirle a los simpatizantes perredistas que voten por un candidato conservador para llevarlo a Los Pinos o solicitar a los panistas que sufraguen por un socialista o equivalente para la Ciudad de México, termina por traicionar convicciones e ideologías en aras del oportunismo político. En teoría existen diversos partidos políticos porque cada uno de ellos sostiene una agenda ideológica que representa a un segmento de la sociedad; el hecho de que terminen siendo membretes intercambiables prostituye el sentido mismo para el que fueron creados: ser canales de representación de los distintos intereses de la comunidad.

5.- La alianza entre Morena y el PES es también un amasijo impresentable. El Partido Encuentro Social, vinculado a organizaciones religiosas protestantes, no hace ningún esfuerzo en ocultar que entre sus principales banderas ostenta su oposición al aborto o a la diversidad sexual, por no hablar del matrimonio entre homosexuales. Un partido que había nacido prohijado por el propio PRI (se le relacionaba, incluso, con Osorio Chong, precandidato frustrado a la presidencia). Si bien Morena no había hecho suyas las reivindicaciones relacionadas con los llamados nuevos derechos civiles en materia de diversidad de género y equivalentes, el hecho de que entre sus simpatizantes se encuentren miembros visibles de comunidades vinculadas a la lucha por tales derechos, suponía una empatía tácita con estas banderas. La alianza electoral con el PES constituyen una bofetada a tales grupos y así ha sido interpretada. Jesusa Rodríguez y otros miembros de la comunidad LGBTTI cercanos a Morena protestaron con acritud la alianza; intelectuales y personalidades favorables a López Obrador, Elena Poniatowska entre otras, se manifestaron en contra.

Lo dicho, una semana para recogerse en el espíritu navideño intrafamiliar porque está visto que la cosa pública y sus personeros está para llorar.

@jorgezepedap

www.jorgezepeda.net

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Escrito en: Jorge Zepeda Patterson

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