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Las palabras tienen la palabra

JUAN RECAREDO

El genio superó a sus maestros

Me da cierta "cosa" cuando se usa el violín como instrumento de insulto, siendo un instrumento musical que produce un sonido que puede ser, dulce, dramático, amoroso y tantas cosas más.

La expresión "pintar un violín" es una grosería que no necesita decirse con palabras. Con sólo ponerse los dedos cordial e índice en la cara, con la nariz en medio y moviéndolos de arriba abajo ya estás insultando a alguien.

Realmente el sonido del violín es algo hechizante, claro, siempre y cuando el que lo toca sea un virtuoso, como lo fue el italiano Nicola Paganini.

Cuando estamos entre amigos y vamos a comer algo o a beber algo o las dos cosas, luego andamos preguntando quién va a ser el paganini, o sea, el que invita, el que va a pagar la cuenta, pero Paganini existió y era tan prodigioso que a los 8 años ya había superado al papá, que era el que le había enseñado a tocar el maravilloso instrumento.

No sólo a su papá, Nico también superó a sus maestros, que a pesar de ser notabilísimos violinistas tenían que admitir que el chamaco tocaba mejor que ellos. Tocaba tan bien que la gente empezó a decir que tenía pacto con el diablo.

A pesar de ser feo, sucio y descuidado, tenía "mucho arrastre" con las mujeres, tal vez porque poseía una gran fortuna o por su calidad como músico que sorprendía y cautivaba a todos los públicos, o por todo eso a la vez. Entre otras, tuvo como amantes a Paulina y Elisa, hermanas de Napoleón Bonaparte.

Volviendo al tema del violín, le diré que es el más pequeño de la familia. Sus hermanos mayores son la viola, el violonchelo y el contrabajo, que en México conocemos como tololoche.

La palabra violín viene del italiano violino, que es diminutivo de viola, instrumento un poco más grande y que por lo mismo da un sonido más grave que su hermanito.

En los violines antiguos, las cuerdas eran de tripa de gato. Actualmente, se hacen de metal o de fibras sintéticas.

Ahora, si usted quiere embromar a alguien ("vacilar" decimos en el norte) pregúntele de dónde se obtiene la tripa de gato. Siempre le van a dar la respuesta más obvia: ¿Qué de dónde se obtiene la tripa de gato? ¡Pues de un gato! Pero no. La tripa de gato, que sirve para suturar cirugías, para entorchar raquetas de tenis o para hacer cuerdas de violín, viene de un cerdo, de un cordero o un caballo, ¡pero nunca de un gato! Entonces, ¿por qué se llaman así? No me lo pregunte porque no le sabría decir, pero el hecho ahí está.

Cuando murió Paganini, dejó una fortuna, y como parte de ella, algunos violines de los mejores que se hacen (o se hacían) en el mundo: Cinco Stradivarius, dos Amati y un Guarneri, que era su favorito.

El Guarneri fue donado a la Ciudad de Génova, donde nació el genio del violín, que era Nicolás Paganini.

ESCRÍBALE A JUAN RECAREDO:

[email protected]

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

¿Cómo debe pronunciarse la acción del verbo licuar, se licua o se licúa?

RESPUESTA:

Las dos formas se consideran correctas.

Me retiro con esta reflexión. Darse cuenta de que se es un ignorante, es un gran paso hacia el saber. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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