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Verdades y rumores

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EL AGENTE 007

Cuentan que con el cierre de cortina de la administración municipal torreonense están aumentando las travesuras en la Tesorería que encabeza Enrique Mota. Nuestros subagentes disfrazados de cajas registradoras “hackeadas” nos reportan que en los últimos días el desfile de proveedores y contratistas es tal que hasta parece la ceremonia anual de entrega de tributo al emperador persa en su palacio de Persépolis. La diferencia es que acá en Torreón los que llegan no van a dar, sino a pedir; o al menos eso creen ellos al principio. Resulta que los proveedores y contratistas se apoltronan en el departamento del tesoro local, específicamente en la oficina de Ingresos que comanda Javier Lechuga, para solicitar humildemente que se les liquiden los adeudos por obras y servicios que hace meses fueron concluidos.

Dicen que además de que los traen a vuelta y vuelta con el clásico “regrese mañana”, a varios de ellos les están haciendo propuestas nada decorosas. Los subagentes aseguran que la propuesta consiste en que los desesperados acreedores renuncien a una parte del dinero que se les debe para que se integre a la caja chica de los que ya se van. Según cuentan, esa parte suele ser entre 10 y 15 %, o sea, algo así como un diezmo por cada cuenta por pagar. Lo más intrigante para algunos es saber si de todo esto está al tanto don Enrique, ya que se dice que no tiene buena relación con don Javier, quien habría sido cambiado de la contraloría a la dirección de Ingresos para, de alguna forma, amarrarle las manos al tesorero. Lo cierto es que con estas cuentas pendientes por pagar, de obras y servicios que desde hace meses, incluso un año, se realizaron, el discurso de que las finanzas municipales gozan de cabal salud tiene tintes de mito. Dicen los que saben que las dos primeras quincenas de enero serán cruciales para evidenciar el verdadero estado que guardan los dineros públicos municipales, sobre todo porque el próximo tesorero, que ya se sabe que será Hernán Sirgo, tendrá que presentar las últimas cuentas trimestrales de este año, ya que Mota no alcanzará a hacerlo. Y algunos maldicientes creen una bomba pudiera estallar en esos días. Vamos a ver si es cierto.

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En donde el teléfono descompuesto sigue haciendo de las suyas es en el equipo cercano y de comunicación del alcalde electo de Torreón, Jorge Zermeño. Y es que, como ya lo habían reportado nuestros subagentes en misivas anteriores, la mayoría de las reuniones y actividades de don Jorge se siguen desarrollando a puerta cerrada y sin convocar a la Incómoda Prensa. Esta semana volvió a ocurrir. El jueves por la mañana el futuro munícipe llevó a cabo la primera reunión con el Cabildo electo, un acto que de suyo resulta relevante para la comunidad puesto que se trata de un primer acercamiento con los representantes de los torreonenses en la institución que es la máxima autoridad del ayuntamiento. Y no sólo no se invitó a los representantes de los medios, sino que luego se manejaron en las cuentas de redes sociales del equipo de comunicación las imágenes sin contexto alguno o un indicio siquiera sobre lo que se trató en la reunión. Esta lógica del secretismo ha sido la constante en el período de entrega-recepción y ha llegado al grado de que, incluso, integrantes del propio equipo zermeñista no se enteran de las actividades que el futuro jefe de la comuna lleva a cabo. Ante las preguntas que con justicia se hacen propios y extraños sobre qué es lo que está ocurriendo, algunos próximos funcionarios aseguran que dentro del equipo hay quienes más estorban que ayudan. Lo que no se sabe es si esta situación es porque no se les da el trabajo organizado y eficiente, o si de plano hay una clara intención de generarle problemas a don Jorge antes de que comience su administración, con eso de que hay más de uno que busca el hueso de la alcaldía.

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Y ya que hablamos de huesos políticos, en donde se espera que los golpes por debajo de la mesa se pongan duros es en el PAN coahuilense por el reparto de candidaturas para la elección de 2018. Las más codiciadas -y cotizadas- hasta ahora son la senaduría y las diputaciones federales. En ambos casos, quien obtenga el triunfo podrá reelegirse en el cargo hasta por 12 años, algo parecido a sacarse la lotería, nada más que con más seguridad y prestaciones, a cargo del bolsillo de don Ciudadano. Para la primera, quien ya levantó la mano es Chuy de León, que en rueda de prensa realizada esta semana dejó ver que está en el ánimo de que ya le toca un buen hueso luego de tanto tocar de sacrificio, yendo a los puestos que los jerarcas del partido le indican. Pero dicen que el que también la busca es Guillermo Anaya, el excandidato a la gubernatura que no quiere soltar las riendas del blanquiazul. Dicen los avezados que esta disputa se pudiera dirimir repartiendo la pluri que pudiera tocarle a Coahuila o una diputación federal, ya sea de mayoría o representación proporcional. Pero el problema es que hay otros tiradores que también exigen ser tomados en cuenta. Tal es el caso de Luis Fernando Salazar, que dice ir por la alcaldía, aunque no estaría a disgusto con una diputación, o el udecista Lenin Pérez, quien hizo su chamba en el norte de Coahuila y que, en caso de manteneres la alianza por el PAN, estaría en la posición de reclamar también una curul en cualquiera de las dos cámaras. Por lo pronto, el duelo que se antoja más interesante es el de Anaya contra De León, ya que se sabe que hasta ahora el segundo ha sido leal hacia el primero, y ahora habrá que ver hasta cuándo. Sobre los dos personajes, los maldicientes que nunca faltan comentan que tienen ya varias cosas en común: ambos han perdido en dos ocasiones consecutivas elecciones -el primero la gubernatura y el segundo la alcaldía-, y ambos han sido derrotados por el mismo priista: Miguel Riquelme. Datos para el anecdotario político regional.

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Quien no deja de dar la nota y de poner a prueba al PRI es el exgober y exlíder nacional tricolor Humberto Moreira. Y es que ahora que el Tremendo Trife le dio la razón en su juicio contra el Comité Ejecutivo Nacional del Revolucionario Institucional que encabeza Enrique Ochoa, el proceso de expulsión deberá ser repuesto porque según la corte electoral se violaron los derechos de don Humberto. Como recordará usted, memorioso lector, el Profe fue expulsado del PRI luego de que se apuntó como candidato a diputado local pluri por el Partido Joven, que por cierto ya perdió el registro. El expulsado presentó una impugnación ya que, según dijo, no se le respetó el derecho de audiencia para explicar sus causas y razones. Los magistrados federales dieron por válido este argumento y tumbaron la expulsión, por lo que don Humberto vuelve a ser priista, si es que alguna vez ha dejado de serlo. La prueba para el PRI, que ha intentado desmarcarse del polémico exgobernador sin mucho éxito desde la pasada contienda electoral, será la de reiniciar el procedimiento de expulsión contra Moreira en medio de un nuevo proceso electoral, lo cual implica que, como lo vimos hace meses, don Humberto vuelva a la escena pública haciendo declaraciones comprometedoras para el tricolor. No se debe olvidar que el hecho de que hoy esté en la presidencia de la República Enrique Peña Nieto depende en buena medida de lo que el exgober coahuilense hizo o dejó hacer cuando ocupó la dirigencia nacional del PRI. Mucho sabrá. ¿Cómo jugará el PRI sus cartas con este singular personaje?

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En donde los estirones y jaloneos están a la orden del día es en el vecino estado de Durango. Ya le han comentado nuestros subagentes que nuevamente las candidaturas para la elección de julio de 2018 están siendo repartidas por el grupo de la capital de las alacranes, que no suelta el control a pesar de todo. Por parte del PRI el que sigue moviendo los hilos es el senador y exgober Ismael Hernández Deras. Dicen que el poder de este personaje sigue creciendo al grado de que ha comenzado a tener cierta influencia con el gober José Aispuro, quien dice ser panista aunque todos lo siguen viendo como priista. Los subagentes disfrazados de tazas de café cuentan que hace unos días se les vio a ambos conviviendo de forma muy amena en un restaurante de la Capirucha del Esmog, situación que, según cuentan, provocó un fuerte desencuentro entre el “Güero” y la alcaldesa de Gómez Palacio, Leticia Herrera, luego de meses de buena relación política. Incluso se habla de que doña Lety le marcó al gober en el mismo momento que departía con don Ismael, pero que le colgó el teléfono, vaya usted a saber si esto es cierto o no. Lo que sí se dice es que en Durango parece estar dándose una curiosa amalgama de neopanismo priista, algo parecido a la fusión de los panistas calderonistas con el peñismo priista a nivel nacional.

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